PLANETA BARÇA

Abidal: "Lo que más echo de menos es un vestuario"

Éric insiste que pasar por un cáncer tuvo un gran impacto en él. Pero, en realidad, la esencia ya estaba ahí. Siempre fue un luchador, un espíritu valiente que tras sortear la muerte disfruta del ciclo de la vida con el nacimiento de su última hija, Kenya

Guardiola y Abidal compartieron grandes momentos

Guardiola y Abidal compartieron grandes momentos / AFP

Dídac Peyret

Hace cinco años se hizo público que sufría  un tumor en el hígado ¿En qué ha cambiado Éric Abidal desde entonces?

He aprendido mucho; sobre todo a confiar en mí mismo y superar mis límites. Cuando estás enfermo, en lo primero que piensas es en las cosas que no puedes hacer. Yo conseguí hacerlas con la ayuda de Dios.

¿Qué parte de si mismo descubrió durante el proceso?  

Yo creo que, a partir de ese día, fui más luchador que nunca. Y lo sigo siendo, sobre  todo para ayudar a gente que pasa por algo parecido. Intentas ser un poco un ejemplo de personas que sufren como  tú. Tener la posibilidad de ayudar a gente también te hace ser más luchador.

Durante todo estos años, ¿ha habido más gente que le ha decepcionado o que le ha sorprendido positivamente?

[Se lo piensa]. No lo enfoco de esa forma; no me fijo mucho en eso. Hay gente que a veces está cuando la necesitas y otras que no. Para mí lo más importante en esta vida es compartir. 

¿Hasta qué punto la posibilidad de seguir compitiendo le ayudó? 

El deporte fue clave en el aspecto mental. Me ayudó mucho para ver que podía conseguir cosas que al principio eran imposibles. Pero también la familia. 

El paso del tiempo, ¿le ha ayudado a entender la decisión del Barcelona?

Bueno, la decisión era la que era y yo lo tenía que aceptar. Y, encima, yo no podía decir nada porque se me acababa el contrato. Para mí, lo mejor hubiera sido decirme exactamente lo que era: ‘Has tenido un cáncer; un tumor, y no contamos contigo para la temporada que viene’. Y no decir que era una decisión profesional.

¿Le costó aceptar la decisión? 

La tenía que acepta porque era la decisión del club, la de la dirección; y ya está. Pero yo no tengo problemas con ellos. Ya sé que en esta vida no podemos tener todo lo que queremos. 

Zubizarreta siempre recuerda que para él fue uno de los momentos más duros ¿Es posible cerrar una herida así?                              Yo creo que la relación siguió siendo la misma. Ese día él tomó la palabra, pero me acuerdo que estaba el presidente Rosell y no dijo nada.  Y en un club decide el presidente; no decide un director deportivo. Me dijeron que era una decisión profesional el mismo día de la rueda de prensa.

Ahora es Johan Cruyff quien se encuentra luchando contra un cáncer ¿Ha podido hablar con él?

Le dejé un mensaje y me respondió su mujer porque creo que él no habla por teléfono. [Johan no tiene móvil]. 

¿Qué le dijo? 

Le di mi apoyo y le dije que este camino ya lo conozco, que hay que luchar. Sabemos que él es un luchador y que en este mundo todo es posible.  

Usted llegó a decir que Alves le ofreció donarle su hígado; ¿es el jugador que siente más cercano del vestuario del Barça? 

La amistad que tengo con Dani es diferente a la que tengo con los demás, pero yo me he llevado muy bien con los jugadores y con la gente. Es verdad que durante todo este tiempo hay algunos jugadores que han estado más cerca, pero el resumen es que me quedo con todo el equipo. Se comportaron muy bien conmigo, el staff, los doctores... yo creo que gracias a ellos y a mi familia he podido salir adelante. Porque el Barça es más que un club también en el vestuario. 

¿Qué tiene tan especial ese grupo?

Cada uno se ve como un hermano. Cuando hubo algún problema, muchas veces fuimos como hermanos y Tito era como un padre. Cuando salía al campo cada jugador luchaba para él mismo, pero también para el compañero. En el  gesto de ‘Puyi’ en la final de Champions League se vio que éramos una familia.

¿Hay alguna escena que no se hiciera pública que aún recuerde particularmente?

[Se toma su tiempo]. No, no.... ya lo dijo Xavi: en ese momento era yo quien animaba a los compañeros [risas]. No, la verdad es que me visitó mucha gente, pero uno de los gestos que más recuerdo fue la visita del presidente del PSG. No lo conocía pero vino hasta Barcelona y estuvo rezando en mi habitación. Me dijo muchas palabras buenas y esta sí es una imagen muy fuerte que aún recuerdo. 

¿De dónde cree que le viene este carácter luchador?

De niño, que es cuando te pasan muchas cosas relacionadas con el deporte, pero también en tu vida personal.

¿Qué le pasó a usted?

Mis padres. A mí me gustaba mucho jugar a fútbol y no me gustaba perder. Yo era así. Pero  en la escuela, cuando sacaba malas notas, me insistían que no me podía rendir y que tenía que seguir trabajando. Al final de todo te vas volviendo más fuerte, y el deporte también te ayuda en eso. 

¿Estaban ellos vinculados al mundo del deporte de alguna forma?

No tenían nada que ver. Ellos trabajaban con niños.

¿Eran educadores, profesores?

No, no, trabajaban en un hospital. Mi madre era enfermera y mi padre trabajaba en temas de nutrición para niños.

¿Con qué se queda de ese aprendizaje? 

Creo que nos dieron una buena dirección. Sobre todo el hecho de respetar a los demás y compartir las cosas. 

De los futbolistas se dice que viven en una nube ¿La enfermedad le curó de eso?

No, porque nunca sentí que viviera en una nube. He visto casos de jugadores que empezaron muy jóvenes y a ellos les duró dos años el fútbol profesional.  Una vez que ya tienes estos casos, piensas diferente. Para mí el dinero no ha sido lo importante, el juego sí; disfrutar de mi pasión, de mí trabajo. Y por eso he tenido esta trayectoria distinta de otros jugadores. 

¿Es tan difícil retirarse?

Depende, tienes que estar muy preparado. Y sobre todo elegir cuándo quieres dejarlo, que no sea por las lesiones. 

¿Qué es lo que más echa de menos?

El vestuario, y no solo el del Barça. El ambiente que hay, el pelear todos juntos, el estrés que hay. La alegría que se puede sentir. Cuando hay una derrota hay malas caras, pero eso te da la oportunidad de no rendirte y compartir todo eso.

¿Por qué cree que conectó tanto con los aficionados?

Habría que preguntarle a ellos. Yo solo hice mi trabajo.

¿Qué proyectos tiene Éric Abidal?

Estoy centrado en la Fundación para ayudar a niños... y si Dios quiere, pues el Barça.