Panamá, un mundialista por sorpresa

Panamá vuelve a un Mundial 24 años después tras lograr sorprendentemente su clasificación en el Torneo de las Américas, al que acudió con un equipo de segunda fila pero que le sirvió para ganarse la plaza -dejando fuera, entre otros, a Canadá-, lo que ya significa un rotundo exito para un país de apenas tres millones de habitantes y que a nivel baloncestístico ha vivido siempre a la sombra de Estados Unidos, cuna y destino de sus mejores jugadores, entre los que Davis Peralta -máximo anotador en los Juegos Olímpicos de México- ha sido el más destacado.

Su segunda presencia en la máxima cita del basket ha hecho que sus federativos recuperaran a tres de sus mejores jugadores, enrolados tradicionalmente en equipos europeos. De esta forma, en Japón estarán con la selección panameña Ed Cota (ex jugador del Winterthur FC Barcelona), Rubén Garcés y Rubés Douglas, que no participaron en el torneo de clasificación y que han aceptado -se dice que en algunos casos algo a regañadientes- estar aquí presentes haciendo valer su pasaporte panameño. Con ellos su equipo es más competitivo y tratará de buscar la tercera plaza del grupo luchando con Japón y Angola, aunque queda muy lejos de las posibilidades de españoles y alemanes.

RAPIDEZ

La selección que dirige Pepu Hernández no debe tener demasiados problemas para imponerse hoy a los panameños porque la calidad individual es incomparable y tambien hay superioridad española en la dirección y en el juego interior.

A Panamá sólo le queda jugar la baja de un juego rápido e imprevisible que enloquezca el partido para sacar provecho del buen tiro, aunque irregular, de jugadores como Douglas o Hicks, previsiblemente dos de sus titulares, junto a Cota, Lloreda y Garcés.

Pero su entrenador, el argentino Guillermo Vecchio, no dispone de mucho más para plantar a una selección española claramente favorita. Si no hay sorpresa, España debería sumar hoy su segunda victoria.