DESAFÍO VOLKSWAGEN

Volkswagen, a por el Pikes Peak

Quiere batir el récord de la popular subida americana con un coche eléctrico, inicio de una ofensiva comercial con el lanzamiento de 33 modelos eléctricos.

Raymond Blancafort

Volkswagen se ha marcado un nuevo objetivo deportivo: batir el récord del Pikes Peak.

Para muchos de nuestros lectores el nombre de Pikes Peak, una montaña situada cerca de Colorado Srpings, no significa nada. Pero la Carrera en Cuesta del Pikes Peak es una de las pruebas más antiguas del mundo y sobre todo muy importante en Estados Unidos.

Claro que esto, por sí solo, posiblemente no bastaría. Incluso el objetivo puede parecer anecdótico o difuso. Pero el objetivo de VW es claro: reverdecer su imagen en USA a la par que dar un impulso de marketing a su futura gama de coches eléctricos; en 2025, el grupo debe ofrecer al menos 30 modelos eléctricos.

El Pikes Peak es una de las pocas carreras internacionales donde los automóviles eléctricos compiten de tú a tú con los coches de gasolina. Incluso ha conseguido derrotarlos en una ocasión: en 2015 Rhys Millen impuso su eO PP03 con un crono de 9’07”222. Eso sí, lejos del récord establecido por Sebastien Loeb con un Peugeot 208 T16 Pikes Peak, que en 2013 logró un registro de 8’13”872, es decir casi un minuto menos. Pero en 2016 Myllen bajó ya de los 9’ con un 8’57”118, actual récord de los eléctricos si bien se vio superado por muy poco por Romain Dumas, un francés muy ligado a Porsche, que ha ganado tres de las cuatro últimas ediciones con unas barquetsas Norma que él mismo preparó para la prueba

Los coches del Pikes Peak tiene un ligero chasis multitubular y un motor de más de 1.000 CV de potencia. La distancia de la carrera, casi 20 km (19,983 km) hace que el peso y volumen de las baterías para alimentar el motor eléctrico no sea un gran hándicap. Y sobre todo tiene la ventaja de que los motores eléctricos no pierden potencia con la altura, un problema para los motores gasolina o diesel: la salida está a 2.866 m. sobre el nivel del mar y la meta a 4.310, lo que significa que un motor convencional va perdiendo paulatinamente potencia conforme se va ascendiendo sobre el nivel del mar pese a los turbos. En la salida se pueden haber perdido más de un 10% y en la meta, más de un 20%

Los coches de la prueba además destacan por sus impresionantes alerones delantero y trasero. La razón es que la se necesita gran superficie de ala para conseguir el apoyo necesario, ya que la velocidad máxima no es muy elevada y sobre todo la menor densida del aire con la altura hace que, al igual que el motor pierda potencia, se pierda apoyo aerodinámico.