SEGURIDAD VIAL

Previene el síndrome del carril izquierdo

El uso inadecuado del carril izquierdo puede suponer un riesgo innecesario en la carretera.

Síndrome del carril del medio o izquierdo

Síndrome del carril del medio o izquierdo / AGENCIAS

Acostumbramos a pensar que estar atentos a las señales, respetar la distancia de seguridad o ir a la velocidad adecuada son algunos de los factores más esenciales para realizar una conducción adecuada. Y no nos equivocamos, así es. Sin embargo, existe otro factor del que muchas veces nos olvidamos: circular por el carril correcto. Una regla básica y sencilla, pero que puede llegar a salvar muchas vidas en la carretera. En cambio, el síndrome del carril del medio o del carril izquierdo puede entorpecer la circulación y, como consecuencia, afectar a la seguridad vial de todos los usuarios de la vía.

El síndrome del carril izquierda no es cosa de ahora. No obstante, sí es cierto que la Dirección General de Tráfico (DGT) ha estado haciendo hincapié en los muchos riesgos que supone durante los últimos meses. Y es que, aunque parezca una costumbre inofensiva, el hecho de que el 60% de los conductores utilicen mal dicho carril –tal y como detectó la DGT en su campaña para poner freno a este síndrome– puede provocar accidentes de tráfico, por no hablar de las retenciones que se llegan a formar en la carretera.

Pero, ¿a qué se refiere exactamente el síndrome del carril izquierdo? Este síndrome da nombre a la costumbre natural que tienen muchos conductores de permanecer tanto en el carril del medio como en el izquierdo de las distintas vías, estando el de la derecha libre. Es decir, se refiere a aquello que hacen los conductores que, vayan donde vayan, haya tráfico o no, circulan siempre por el carril equivocado. Y decimos ‘equivocado’ porque, tal y como nos enseñan en la autoescuela, todos aquellos carriles que no sean el de la derecha deben servir sola y exclusivamente para adelantar.

De hecho, el artículo 31 del Reglamento General de Circulación lo explica de manera clara: “Se circulará normalmente por el carril situado más a su derecha, si bien podrá utilizar el resto de los carriles de dicho sentido cuando las circunstancias del tráfico o de la vía lo aconsejen, a condición de que no entorpezca la marcha de otro vehículo que le siga”. Así, cuando el carril derecho va vacío mientras la mayoría de conductores circulan por el izquierdo, los adelantamientos se complican y, por lo tanto, aumenta el riesgo de sufrir un accidente al volante.