El Mercedes Clase E Cabrio corona el Mont Blanc

Hay muchas formas y lugares donde se pueden ver coches, pero Mercedes ha querido ir más allá y mostrarnos uno de sus modelos de una de las formas más originales posibles. Los Alpes se volvieron un poco más bonitos cuando la semana pasada el Mercedes Clase E Cabrio coronó el Mont Blanc gracias a un helicóptero que trasladó el modelo de Mercedes por los Alpes, para llegar finalmente a la cima de la montaña más alta de Europa. Allí lució toda su belleza, rodeado de uno de los paisajes europeos más envidiables.

El traslado requirió atar las cuatro ruedas en una estructura metálica, que llevaría equilibradamente el vehículo hasta su destino. Durante el traslado, el color oscuro del coche contrastaba con el de la nieve blanca, ofreciendo todo un espectáculo automovilístico tal y como ya han hecho otras marcas que han querido jugar con la fuerza de la gravedad, como lo hizo Seat para presentar el Arona.  

UN COCHE PARA PRESUMIR

Mercedes-Benz ha escogido el Clase E Cabrio para lucir su ingeniería en los Alpes. Se trata de un coche fácil de presumir, que apareció en su momento con unas líneas muy afinadas y suaves que lo convertió en un coche con una carrocería muy atractiva, que apostaba por un diseño muy agradable a la vista. 

Con sus 4,83 metros de largo, el Clase E Cabrio hace importante acto de presencia vaya donde vaya. Cuenta también con una capota de lona automática, que puede plegarse o extraerse en 20 segundos, siempre y cuando se circule por debajo de los 50 km/h. 

Su diseño también responde a la función, y el Clase E Cabrio también es un vehículo que se puede considerar práctico. Tiene un maletero de 385 litros (que se ve reducido a los 315 cuando la capota se oculta en el maletero), y dos arcos de seguridad tras los asientos traseros, que se despliegan automáticamente en caso de vuelco.