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Koenigsegg avisa: "Nos gusta demostrar que nuestros coches son los mejores"

La firma sueca nos habla del récord y la actualidad que rodea al segmento de los hypercars.

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Un coche, 11 kilómetros de recta, 457 km/h. / KOENIGSEGG

Àlex Soler

Àlex Soler

El pasado sábado 4 de noviembre, Koenigsegg volvía a dar una exhibición al destrozar el récord de velocidad para coches de producción, que ostentaba el Hennessey Venom GT con 435 km/h, para, en un solo intento, establecer la nueva marca en 457 km/h en una autopista de Nevada cerrada al público. El modelo del récord, un Agera RS, era el mismo que un mes antes le había arrebatado el récord del 0-400-0 a Bugatti. 

Koenigsegg es una firma sueca de vehículos de alto rendimiento fundada en 1994 y responsable de la creación de bestias como el mismo Agera RS, el Trevita, el One:1, el primer coche con un ratio peso/potencia de 1/1, y el Regera. Pero, ¿por qué Koenigsegg intenta de vez en cuando conseguir los mejores registros en cuanto a rendimiento? Steven Wade, encargado de comunicación de la marca, asegura en declaraciones exclusivas para Motor Zeta que su único objetivo es demostrar que tienen el coche de producción con mejor rendimiento de todos. "Para nosotros es muy importante demostrar lo que nuestros coches pueden hacer. Otras marcas, como Ferrari, McLaren o Porsche tienen 50 o 60 años de historia y legado. Nosotros no y por eso es muy importante que, de vez en cuando, salgamos a mostrar que nuestros coches pueden hacer lo que ellos hacen y que son los mejores".

LOS RÉCORDS DE KOENIGSEGG

Ahora mismo, Koenigsegg ostenta dos récords muy notorios en el mundo de la velocidad, el 0-400-0 y el de velocidad máxima. Para alcanzar esos hitos, la firma sueca ha tenido que prepararse mucho y controlar todos los riesgos posibles. "Hubo mucha preparación. Primero fabricamos el coche y lo usamos hace un més para el 0-400-0 en Dinamarca y nos dio muy buenas sensaciones, cosa que fue muy importante porque nos dio confianza en que podría aguantar mucho rato al máximo", explica Wade antes de apuntar hacia los neumáticos. "Tuvimos bastante trabajo con Michelin e internamente para estar seguros de que las ruedas aguantarían. Hay que tener en cuenta que un tornillo de 30 gramos a 450 km/h pesa unos 170 kilos y tienes que estar seguro de que todo aguantará y que será seguro para el piloto", argumenta.

Los neumáticos que montó el Agera RS para el récord fueron unos Michelin Pilot Sport Cup 2, unas gomas diseñadas para vehículos de altas prestaciones y que también usó, por ejemplo, el Bugatti Chiron en la prueba del 0-400-0. "Los Michelin nos fueron muy bien. Solo usamos un solo juego de neumáticos para conseguir el récord, no los cambiamos para nada y terminaron en muy buenas condiciones", asegura Wade. De la misma manera, Hennessey ha anunciado que los Pilot Sport Cup 2 también serán sus gomas cuando intenten asaltar ellos el récord con el nuevo Venom F5.

Después de los dos reconocimientos, muchos seguidores de la marca y del mundo del motor se preguntan si Koenigsegg acudirá a Nürburgring a buscar otro gran récord. Steven Wade lo tiene claro y asegura que les gustaría mucho, pero que de momento no entra en los planes. "Nos gustaría pero lo difícil en este caso es hacer un coche para conseguirlo. Cada coche que hemos fabricado ha estado hecho para un cliente y el último que llevamos a Nürburgring se estrelló. Ahora los estamos reconstruyendo". Desde Suecia quieren valorar todos los riesgos antes de ir al Infierno Verde. "Hay muchos riesgos a valorar antes de ir a por Nürburgring. Podemos confiar en que un cliente esté de acuerdo en dejarnos usar el suyo pero debemos aceptar que si algo va mal puede tener un coste muy alto. Además hay otros riesgos a tener en cuenta, como la seguridad del piloto", afirma Wade en relación a este récord.

¿SE HAN ACABADO LOS HYPERCARS SOLO DE GASOLINA?

La hibridación en los hiperdeportivos es un hecho consumado en forma de bestias como el Ferrari FXX-K Evo, el McLaren P1 o el mismísimo Koenigsegg Regera. En la revista Esquire incluso se especulaba hace poco que el Ferrari 812 Superfast podría ser el último coche propulsado por el inigualable motor V12 de la marca. Desde Koenigsegg no comparten este mensaje tan fatalista para el motor tradicional aunque saben que la electrificación es una tendencia que culminará en la desaparición de la gasolina. "No creemos que los hiperdeportivos con motores tradicionales esten acabados. La electrificación continuará y las motorizaciones eléctricas serán mucho más efectivas con el tiempo pero creemos que el motor de gasolina aún tiene mucho potencial", asegura Wade. 

Sin embargo, ¿qué es un coche de alto rendimiento sin el rugido de su motor? ¿Cómo igualarán las marcas las sensaciones y el placer de conducir un hypercar cambiando a un motor silencioso y fino? Desde Suecia no tienen miedo en decir que no solo es el ruido lo importante. "Los eléctricos han probado que tienen una aceleración muy potente gracias al par instantáneo. No estará el sonido de un V12, cierto, pero tendrás una potencia increíble, casi inigualable con un gasolina. Sí, llegará el día en que ya no haya coches de gasolina, aunque no sabemos cuándo. El futuro es incierto", explica el encargado de comunicación de Koenigsegg.

¿UN KOENIGSEGG DE PRODUCCIÓN ILIMITADA?

Si alguien se ha preguntado alguna vez si Koenigsegg dejará de producir unidades limitadas de sus modelos, la respuesta es un no rotundo, aunque no porque no quieran, sino porque no pueden. "El límite de unidades que tenemos es la medida de nuestra fábrica", admite Wade. La marca tiene su factoría en una antigua base aérea de las fuerzas armadas de Suecia, en Ängelholm. La marca fabrica todos los coches allí a mano, sin prisas, para poder ofrecer a sus clientes lo que esperan. "No es cuestión de si queremos hacer o no más o de si son más baratos o no, el precio y las unidades lo dicta nuestra manera de fabricarlos", aclara.

Al final de la creación de los Koenigsegg, y como guiño al pasado, se incluye un logo en forma de fantasma en todos sus modelos. De esta manera, como expone Steven Wade, la marca homenajea a los antiguos inquilinos de su fábrica. "Esta era la base de las fuerzas aéreas. El escuadrón que volaba desde aquí fue apodado como el escuadrón fantasma porque salía muy pronto por la mañana y aterrizaba muy tarde por la noche y la gente los oía pero no los veía". Al hacerse con la factoría un integrante del escuadrón le ofreció a Christian Von Koenigsegg, creador de la marca, la posibilidad de usar su logo. "Desde entonces, todos los modelos que se fabrican aquí llevan el símbolo del fantasma".