KOENIGSEGG

Koenigsegg se mete en la pelea rompiendo el récord de velocidad

Ni Bugatti, ni Hennessey. El Agera es el coche de producción más rápido gracias a su nuevo récord.

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457 km/h, nuevo récord de velocidad. / KOENIGSEGG

Àlex Soler

Àlex Soler

En el mundo del motor los fabricantes de supercoches demuestran el poder de sus nuevos modelos en pruebas como una vuelta rápida en Nürburgring o en pruebas de velocidad punta. Mientras en el Infierno Verde, el McLaren P1 LM es el rey incuestionable, por el trono de la velocidad hay una batalla muy abierta que está empezando a atraer las miradas de todo el mundo.

Por un lado, Bugatti, con el Veyron y, ahora, con el Chiron ha sido el contendiente más fuerte, consiguiendo el récord en varias ocasiones hasta poner la aguja en unos increíbles 434 km/h. Por otro lado, Hennessey, el aspirante a lo nunca visto y, hasta el pasado sábado, rey de la velocidad gracias a los 435,31 km/h de su Venom GT. Hennessey ya ha presentado el superdeportivo con el que pretende superar cualquier récord, el Venom F5, un coche con motor V8 Twin turbo de más de 1.600 CV. Según el preparador norteamericano, aspiran a llegar a los 480 km/h y, si los neumáticos lo permiten, pretenden llegar a los 500 km/h.

KOENIGSEGG

Pero debajo del radar, sin hacer mucho ruido, está el fabricante sueco Koenigsegg. Mientras Hennessey asegura poder batir al Chiron sin problemas y Bugatti se defendía culpando a los neumáticos, pues aseguran que el W16 del Chiron puede superar los 450 km/h sin problemas, los suecos han pulverizado uno de los récords más famosos de la firma francesa, el 0-400-0. Mientras Juan Pablo Montoya conseguía llegar a los 400 km/h, desde parado, y frenar completamente en 41,9 segundos, el Agera RS de Koenigsegg lo hizo en 36,44 segundos, ¡Más de cinco segundos de diferencia!

De la misma manera, mientras los otros fabricantes siguen con su lucha particular, los suecos, también con el Agera RS, rompieron el pasado sábado el récord de velocidad para coches de producción. Para conseguirlo, Niklas Lilja, piloto de pruebas del fabricante, dispuso de una unidad de su hiperdeportivo de 1.376 CV y puso a funcionar su V8 biturbo de 5.0 litros en una recta de 11 kilómetros en una autopista entre Las Vegas y Pahrump, cerrada al público unas horas.

Koenigsegg tenía permiso para cerrar el tramo durante dos días, pero solo necesitó unas pocas horas y tres intentos, uno de calentamiento y después dos intentos lanzados, uno en cada dirección, para destrozar la marca del Venom GT en su casa, en Estados Unidos. Marcando una velocidad de 457 km/h en el primer intento lanzado y 436 km/h en el segundo, con subida y viento en contra incluidos, Lilja sabía que había destrozado la marca no una, sino dos veces.

"SOLO DUDÉ POR LOS NEUMÁTICOS"

El piloto del récord, Niklas Lilja declaró a los medios que no estaba nervioso y que "solo dudaba  por los neumáticos". Como advirtió el piloto de pruebas de Bugatti hace unos meses, son las gomas el principal limitador en cuanto a velocidad se refiere. En este caso, el Agera RS montó unos Michelin Pilot Sport Cup 2, los mismos que monta el Chiron y que llevará el Hennessey Venom F5 hasta que desarrolle un nuevo calzado. Los ingenieros de Koenigsegg, antes de la prueba, eran escépticos acerca de la carga que podrían soportar. Tras hacer comprovaciones con sistemas muy sensibles, vieron que las velocidades altas no generaban demasiado calor en los neumáticos.

Tras conseguirlo, Koenigsegg se posiciona como el rey de la velocidad y el más rápido en conseguir el 0-400-0. ¿Qué le queda, pues, al fabricante sueco? La respuesta de Lilja a los medios fue: "Demostrar que es el más rápido también en las curvas". Así, aunque no se ha confirmado un intento, la respuesta podría decir que Koenigsegg puede poner rumbo a Nürburgring para enfrentarse al Infierno Verde e intentar el último récord que le queda, el que le haría conseguir la triple corona de la velocidad.