CITROËN

Citroën celebra un siglo de confort avanzado en sus asientos

Hay mucha historia antes de llegar a los nuevos asientos Advanced Comfort del Citroën C4 Cactus.

Asientos del nuevo Citroën C3 Aircross

Asientos del nuevo Citroën C3 Aircross / CITROËN

El compromiso de Citroën de ofrecer asientos cómodos y confortables no nació ayer, sino que estos elementos de los vehículos de la marca francesa ya destacaban desde los años 20. Es decir, casi un siglo escribiendo una historia digna de ser contada. Y es que el confort de los asientos de cualquier vehículo es esencial para la comodidad y a seguridad de los trayectos que realizamos, por lo que no debemos limitar las referencias de asientos a su tapicería o a la calidad de su acabado, puesto que hay mucho más que añadir. Citroën siempre ha tenido muy en cuenta la importancia de este elemento al diseñar e idear las novedades de sus vehículos, anticipándose a modas y tendencias y apostando por la polivalencia, sin perder nunca de vista el confort o la exigencia de que los ocupantes se sientan como en casa.

Ya desde los inicios, la marca siempre ha intentado buscar configuraciones de habitáculo que permitieran aprovechar el espacio al máximo. Así, en 1924, en el C2 de tres plazas, se situó por primera vez el asiento de la fila trasera en el centro, en lugar de un asiento plegable a un lado, lo que permitió habilitar dos maleteros a ambos lados del vehículo.

Más adelante, los asientos fueron uno de los elementos clave en el lanzamiento del icónico Citroën 2CV. El objetivo principal de la marca durante los años 30 era claro: ser capaz de transportar una cesta de huevos por un campo de patatas sin que se rompiera ninguno. Todo un alarde de fiabilidad e, indirectamente, de confort, convirtiéndose en una de las características esenciales de los asientos de cualquier modelo de la firma francesa.

Años después, el lanzamiento de la suspensión hidroneumática en el Citroën Traction 15 Six en 1954 supuso un salto de varias décadas en aspectos como el confort y el comportamiento en carretera. Esta revolución en la unión al suelo del vehículo tuvo también su reflejo en el habitáculo, en el que se buscó un espacio acogedor, con una cálida y suave tapicería de terciopelo en los asientos. El calor del hogar se trasladó al automóvil y se convirtió en otra de las condiciones sine qua non para Citroën.

Durante los 90, la modularidad pasó a ser la gran protagonista, con la llegada del Citroën ZX en el año 1991 y su banqueta trasera abatible, que aumentó al máximo las posibilidades de su maletero y se convirtió, desde entonces, en un ‘must’ en todo tipo de vehículos.

Cada año que pasa, Citroën avanza más y más en relación al confort de sus asientos. Una muestra de ello son los nuevos Advanced Comfort para la nueva berlina C4 Cactus, que adapta todas las ventajas que se han ido descubriendo durante este último siglo a nuestra época, dándole una dimensión completa al confort para responder a las necesidades de las personas de hoy, que buscan sentirse en sus coches como en casa.