«Me ofrecieron dirigir al equipo Toyota de la F-1»

Foro Manolo Doménech con Carlos Sainz

Carlos Sainz (en el centro) con los jurados españoles del Car Of The Year. / periodico

XAVIER PÉREZ / Madrid

Dos años y medio después de su adiós, Manolo Doménech sigue siendo una referencia y una fuente de respeto y admiración para la prensa del motor. Desde el jurado español del Car of the Year (del que era miembro) se quiere seguir recordando a este gran profesional, fomentando este Foro de Debate que lleva su nombre. La iniciativa empezó con el entonces presidente de Anfac y director general de Peugeot en España, Rafael Prieto, y continuó su camino con José Vicente de los Mozos, presidente de Renault España y vicepresidente de producción del grupo Renault. En este tercer foro, Manolo Doménech el protagonista ha sido Carlos Sainz.

-Se cumplen 25 años de su primer título mundial. ¿Como se define ahora y cómo ha cambiado el pilotaje de Carlos Sainz?

-Sería tonto por mi parte pensar que voy a conducir igual que hace 25 años. Tengo 53 y no se puede ir igual que con 25. Dicho eso, todavía soy capaz de ir a un rali, estar delante y ganar etapas. Si no, no habría ido a este Dakar. El día que yo considere que no puedo ser competitivo, que no me divierta y que no me encuentre bien físicamente, lo dejaré. Ahora lo que tengo es experiencia. Antes me daba igual un poco todo. Pero ojo, que para correr en raids también hace falta valentía, conduces a vista. Crees que no vas tomando riesgos y por sorpresa puedes darte un golpetazo importante.

-¿Le gusta más los raids que los ralis?

-No. El reto del Dakar es precioso, de los más difíciles, pero los ralis han sido mi vida y no lo cambio para nada. Los ralis me siguen gustando más que la fórmula 1. Los raids se parecen mucho a ralis como el Safari en su tiempo.

-¿Cuál ha sido su mejor victoria?

-Hay muchas, pero cada una tiene su momento. Probablemente estaba tan contento cuando gané mi primera carrera como cuando gané mi primer rali del Mundial o cuando gané mi primera etapa del Dakar. Cada victoria llega en momentos diferentes. Son momentos especiales que cambian en el tiempo, como tus retos, tus objetivos y tus expectativas. Lo bonito es ir consiguiéndolos. Para mí ganar el rali de Finlandia fue muy especial. Eran otros tiempos. Todo era distinto.

-¿Por qué?

-El otro día se lo contaba a mi hijo Carlos; recuerdo cuando gané el campeonato de España muchos periodistas en una rueda de prensa le preguntaron a Césare Fiorio (que era el jefe de Lancia-Martini) sobre las posibilidades que había de que Carlos Sainz corriese con ellos. El dijo, «¿Sainz? Si ya tenemos pilotos de tierra y pilotos de asfalto, de hielo, de nieve, ¿qué nos aporta? Aquello me llegó al alma y me dije que algún día a este hombre le demostraría que estaba equivocado, con todo el respeto. Con el tiempo gané el Mundial, pero conseguí algo mejor: fui el primer piloto latino que ganaba en Finlandia y el RAC de Inglaterra. Se acabaron los pilotos especialistas que solo era rápidos en un terreno. Demostré que había que ser completo. Por eso fue tan bonito.

-¿Qué piensa de los ralis de ahora?

-He tenido la oportunidad de vivir los ralis como eran y como son en la actualidad. He sufrido toda la evolución de los ralis, todos los cambios. Para mí, la esencia, el reto del piloto de ralis, sigue siendo buena. Aunque, evidentemente, todo ha cambiado. Para mí, ahora solo hay un piloto, que es Ogier, y el resto no están a la altura. Es el único que es capaz de ganar en todos lados y el que menos se equivoca. Antes te salías una vez al año y ahora, en general, los pilotos cometen muchos errores. Y si no, es que no no van al ritmo de Ogier.

-¿En qué destaca un piloto de ralis?

-Al piloto de ralis se le ha puesto en valor últimamente. Antes se le veía más un piloto de poca técnica, que derrapaban y estas cosas. Ahora se ha demostrado con pilotos como Raikkonen o Kubica, que corren en varias disciplinas. Ahora el piloto de ralis se ha demostrado que tiene que ser muy completo, muy rápido, muy valiente y que se sepa adaptar a las circunstancias. Correr en nieve, en tierra (y no todas son iguales), en asfalto (y no todos son iguales), esa polivalencia es la que le hace completo.

-¿Cuál ha sido el piloto con más talento al que se ha enfrentado?

-Yo siempre hablo de pilotos y coches. Puede haber un piloto que con un coche era muy difícil de ganar y si cambiaba de equipo no lo era tanto. Hay muchos y buenos. Si tengo que destacar a algunos están Kankkunen, Aurio, McRae, Grönholm, Makkinen, Loeb, por supuesto, y alguno me dejo. ¿Admiración? Entre nosotros hay mucho respeto. Uno que a mí me encantaba, aunque era otra época, era Stig Blomqvist. Me encantaba cómo conducía. No coincidí con Rhorl, pero me habría gustado. De los de ahora está claro que Loeb ha marcado época. A mí me pilló con 40 años... Pero le gané en el rali de Argentina el año que ganó el Mundial.

-¿Con qué coches le habría gustado correr y cuál ha sido el más especial de los que ha pilotado?

-Pude llevar el Renault 5 Maxi Turbo, un S200 en tierra. A mí me encantaba el Lancia Stratos... ahora te montas en uno clásico y alucinas; ¿cómo podían llevar estos coches? En mi época el equipo Lancia era muy difícil de ganar, el Mitsubishi de Makkinen era tremendo. Como coche especial de los que he llevado, el Toyota Celica lo es, sin duda. He disfrutado con casi todos los que he pilotado. He corrido con casi todas las marcas...

-¿Cómo vive una carrera de F-1?

-Con tensión, porque no tienes el control y eres un mero espectador. No es fácil. Trato de verlos siempre en el hospitality, no en el box.

-¿Su hijo le da consejos de conducción ahora? Antes era el revés...

-Más que consejos de conducción, ahora se atreve a darme consejos de estrategia, de si tengo que atacar más en una etapa o no...

-¿Cómo ve a su hijo Carlos con el nivel que hay en la fórmula 1?

-Tal y cómo están todos no creo que haya un piloto que le saque medio segundo a otro en igualdad de coche. Carlos es rapidísimo y digo que tiene más talento que yo, seguro. A veces montamos en un Mitsubishi que tenemos de grupo N en una finca, primero doy yo una vuelta, después él, y un día hace dos años me dijo «Ven papá que te quiero dar una vuelta» yo le dije que vale, con cuidado. Me subí. Según él no, pero tiró a tope. Y me impresionó. Es muy rápido a una vuelta, en carrera la experiencia que ha conseguido es fundamental, y el hecho de que nunca haya abandonado por un error suyo es importante. Creo que aún no hemos visto todo su potencial. Ese es mi punto de vista... de alguien cercano, por supuesto.

-¿Hay gente que le haya llenado en este mundo de las carreras más que Ove Andersson?

-No. Muchos días me acuerdo de él. Murió hace unos años en un rali de clásicos. Teníamos un feeling especial entre los dos, siendo él sueco y yo latino. No sé por qué. Le echo de menos porque con la edad que tengo podríamos hablar de muchas cosas que me quedé con ganas de preguntarle. Por ejemplo, por qué confió en un chaval español como yo. Incluso me llegó a ofrecer llevar la dirección del equipo Toyota de fórmula 1. Le dije que yo de F-1 no sabía, pero me dijo que daba igual, que de lo que se trataba era de tener las ideas claras y determinación. Fue mi segundo padre. Se lo debo todo a él como piloto de ralis en el Mundial. Confió en mí. Dije que no a la F-1... porque me seguía apeteciendo correr en ralis.

-¿Ve talento emergente en el mundo de los ralis en el ámbito nacional?

-No es fácil. Con Peugeot hemos hecho un pequeño programa para jóvenes y el tiempo dará la razón si las cosas salen. Está claro que el Mundial necesita pilotos nuevos. Gente joven. Si no hay una pirámide con base sólida que apueste por los jóvenes es impensable pensar en un campeón del mundo, y ya con eso es muy difícil que lo haya. Ni en fórmula 1. Ahí está el ejemplo de Italia. No hay un italiano de F-1 y eso que tienen circuitos, Ferrari, Toro Rosso... No es fácil que salgan pilotos para ganar un mundial, una carrera, tal vez. Y no solo en España.

-¿Qué le parece el nuevo reglamento del WRC?

-Bien. Todo lo que sea que los coches corran un poco más es bueno. Lo llevo pidiendo desde hace mucho tiempo. Si corren más hay más espectáculo, serán carreras más selectivas, se verá más qué piloto despunta. A más potencia, más se complica el pilotaje. Y lo que tendrían que ser los coches es más ligeros. Aún son muy pesados.

-¿Le Mans tiene hueco en su carrera? ¿Hasta cuándo correrá el Dakar?

Le Mans, no. En la vida uno tiene que saber las cosas. Para mí, hacer Le Mans como me gusta hacer las cosas supondría unas horas y un tiempo que ahora no me compensa. Correr, sí. Pero como me gustaría hacerlo. No. Y del Dakar, no sé cuándo acabaré con esto. Voy año a año. Cuando llegue el momento, seguro que algún reto me busco. Soy tremendamente inquieto y me gusta estar siempre enredando en algo.