Rudisha: De la tribu masai a rey del tartán

El nuevo plusmarquista mundial de los 800 sigue los pasos de otros atletas que pertenecen a este pueblo africano

Javier Espinosa

El 17 de diciembre de 1988, nacía un nuevo miembro en la tribu Masai, David Letuka Rudisha. Como tantos otros, soñaba mientras corría con emular a los grandes atletas que una vez dejaron Africa para triunfar en el mundo del atletismo. Sus pasos siguen la estela de sus ídolos de juventud: Wilson Kipketer, Paul Ereng y Billy Konchellah.

Originario de Kilgoris, una región en el distrito keniano de Trans Mara, Rudisha creció en el seno de un poblado seminómada pero con los genes del éxito por bandera. Su padre, Daniel Rudisha, logró una medalla de plata en los Juegos Olímpicos de México en 1968, como integrante del relevo keniano del 4x400. Inició sus estudios secundarios en el instituo St. Patrick, en Iten, que se ha convertido en la cuna del fondo y el mediofondo. De la mano del entrenador Colm O'Connell cambió el 400 por el 800, prueba en la que a partir de 2006 le empezaron a llover los éxitos. Primero, campeón del mundo júnior en Pekín y africano en 2008 y 2010.

El domingo, Rudisha superaba el récord de Kipketer, pero todavía le falta para alcanzar los tres campeonatos del Mundo de su predecesor. Eso sí, al ex plusmarquista se le resistió siempre la medalla de oro en unos Juegos, esa que sí consiguió Paul Ereng en Seúl'88. Ereng es uno de los ídolos de la Provincia del Valle del Rift, donde estaba establecido el pueblo de Rudisha. Aunque si hay alguien que realmente ha guiado el camino de Rudisha, ese es el gran Billy Konchellah. Miembros de la misma tribu Masai en Kilgoris, David aún no había nacido cuando Konchellah se proclamó campeón del mundo por primera vez.

El campeón júnior "áun no esperaba romper el récord mundial", aunque tenía planeado abordarlo en septiembre en la reunión de Rieti (Italia), donde el año pasado acabó con otra plusmarca histórica, la del continente africano, cuya sombra se alargaba durante los últimos 25 años. "Este año quería mejorar un poco mi tiempo. El próximo año y el posterior mi idea es ganar en el Mundial y en los Juegos Olímpicos", señaló Rudisha, que ha pasado de miembro de la tribu, a rey del tartán.