Isaac Romero echa redes en la Selección Española

El joven canterano del Sevilla (23 años) se ha convertido en motor de esperanza para los hispalenses. Contra el Atlético tuvo su bautismo de gloria, gol incluido.

Isaac Romero celebrando un gol ante el Getafe

Isaac Romero celebrando un gol ante el Getafe / EFE

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Todo se produjo bajo la atenta mirada de Luis de la Fuente. Cuando las cámaras lo enfocaban, uno no sabía muy bien descifrar si en su rostro se estaba reflejando el galimatías de una cabeza por la que pasó de todo. La alegría. La tristeza. La lesión de Morata en el Sevilla – Atlético de Madrid dejó sobre el partido un poso de preocupación que, en términos de Selección Española, iba por el mismo camino.

Con la Euro a la vuelta de la esquina, cualquier dolencia de cualquier integrante de ‘La Roja’ es asunto de máxima alerta. Claro que lo que no es habitual que sobre el mismo rectángulo de juego el seleccionador encuentre un problema… y su potencial solución. En ese mismo escenario, el recital de Isaac Romero (gol incluido) invitaba a pensar no sólo en los efectos que tiene la eclosión de este canterano de 23 años en el Sevilla, sino en sus potenciales ramificaciones rumbo al combinado nacional.

Al chaval le preguntaron al final del partido y no sabía ni qué responder. Atorado, nervioso, tiró de tópico y dijo que él lo que quería era centrarse en el Sevilla y seguir trabajando. Nada que no se salga del manual del perfecto jugador que habla, pero no dice nada. Quizá para sus adentros el nuevo ídolo de Nervión piense que sí. Que su rendimiento pueda darle la posibilidad de jugar con España. Que, por qué no, con este seleccionador tan amante de los momentos de forma, tenga una oportunidad en el elenco que estará compitiendo por el cuarto entorchado europeo de España.

Rozando el hat-trick

Por ahora, méritos está haciendo. De número (tres goles en Liga en 2024) y por su influencia en un juego, el del Sevilla, que ahora con el retorno de En Nesyri parece haber encontrado en esta dupla un bálsamo a sus tensiones ligueras. El marroquí arrastra y genera atenciones que el menudo delantero español aprovecha como pocos. Así llegó el gol, pero también su remate al larguero, el testarazo que le atajó como pudo Oblak y la mano que sacó el esloveno a un remate seco del ariete desde fuera del área. Si Isaac se marcha del Pizjuán con un hat-trick no habría sido para nada descabellado.

Claro que asunto distinto es entrar en esta selección de alta competencia y expectativa no menos alta. En lo segundo, dicen los pronósticos de fútbol de Betfair que España es la cuarta favorita al título con una probabilidad implícita del 12,5%. Las cuotas solo colocan por delante a Inglaterra, Francia y Alemania, en este orden.

Una competencia alta… pero igualada

No, España no es un equipo cualquiera. Tampoco la competencia en ataque. Además del citado Morata, entre los llamados potenciales entre los que tendrá que escoger Luis de la Fuente se incluyen Oyarzabal, Ferrán Torres, Joselu, Borja Mayoral, Gerard Moreno, Hugo Duro, Gorka Guruzeta, Samu Omorodion, Iago… No son nombres cualesquiera. Mucho gallo para tan poco espacio en el gallinero.

Pero si hay algo que ha marcado las últimas convocatorias de Luis de la Fuente, es que el seleccionador no sólo gusta tener de su propia columna vertebral más o menos inamovible en función de si el rendimiento acompaña, sino que también tira mucho de los jugadores más en forma. Que se lo pregunten, por ejemplo, a Bryan Zaragoza, que apenas despuntó en el Granada fue convocado con ‘La Roja’. En ese espacio de oportunidad podría moverse Isaac, quien, además, tiene a la vuelta de la esquina la ocasión de ir ya con España en la penúltima prueba previa a la Euro.

¿La prueba de marzo?

A finales de marzo España jugará contra Colombia en Wembley (Londres) y contra Brasil en el Santiago Bernabéu (Madrid), dos partidos de altísima enjundia que podrían servir de prueba a Isaac Romero para ver si está listo para la Euro. En todo caso, y más allá de la próxima gran cita de la selección, en el Sevilla empiezan a intuir que, tras este chaval subido al primer equipo en el pasado mercado invernal, se esconde un futbolista con potencial de futuro que quizá pueda ser habitual del equipo nacional en próximos años.

Por ahora, el muchacho se contenta (y no es poco) con ser pieza clave en la salvación de su equipo. El resto, se verá si llega, aunque su acelerada carrera sugiera que tiene opciones de cumplir sueños a más velocidad que la que él mismo somete con su zancada a los rivales.

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