La victoria que Aleix Espargaró llevaba persiguiendo 19 años

El piloto de Aprilia estrenó su palmarés en el Mundial de motociclismo con un inesperado triunfo en el Gran Premio de Argentina

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Tras 19 temporadas y 283 carreras, Aleix Espargaró por fin pudo beber champán en el lugar más alto del podio. Nadie en MotoGP había sufrido tanto para conseguir un triunfo en su carrera. Muchos desistieron por el camino e incluso el propio piloto pensó en la retirada para montar un restaurante. Afortunadamente el apoyo de su familia -incluido el de su hermano Pol, piloto de Honda en MotoGP- ha servido para que Aleix disfrute del día más grande de su carrera profesional.

Espargaró siempre fue un outsider y como tal ganó una carrera loca en Termas de Río Hondopara además llevarse el liderato momentáneo del Mundial de MotoGP. A lo largo de su historial, encontramos que Aleix sufrió de lo lindo para hacerse un hueco entre los grandes siendo puesta en duda su capacidad para estar en la máxima categoría tras sólo hacer un podio en Moto2 antes de dar el paso definitivo en 2012.

El premio ha llegado con una moto en la que nadie, salvo Aleix, creía. La Aprilia consiguió su primera victoria desde su regreso a MotoGP en 2015 confirmando un binomio que puede ser la gran sorpresa de la temporada. Espargaró ha creado y domesticado una moto que es de lo más completa en el paddock al tener un motor que no envidia en nada a la potente Ducati, mientras que su paso por curva está al nivel de la Yamaha. Aleix, quien logró la pole el sábado, dominó de cabo a rabo un Gran Premio de Argentina que vio a tres españoles en el podio en la máxima categoría con Jorge Martín y Alex Rins siendo sus compañeros en el cajón.

Todo hacía presagiar que en Argentina pasarían cosas extrañas después de que el viernes no hubiese entrenamientos libres por culpa de un retraso logístico. Espargaró fue el más hábil adaptándose al circuito con su moto y quitándose la vitola de perdedor que arrastraba a sus 32 años. Pol fue el que más se alegró del éxito de su hermano, quien le aplaudió cuando fue campeón de Moto2 en 2013.

Como bien hemos venido reseñando desde el inicio del Mundial, MotoGP vive un año de tremenda igualdad que ha visto a tres pilotos con tres marcas diferentes ganar una carreras. Lo más raro a estas alturas es que ni Honda ni Yamaha hayan podido todavía colocar a nadie en lo más alto del podio con el vigente campeón Fabio Quartararo sufriendo para domesticar a su Yamaha y con el favorito Marc Márquez ausente por tiempo indefinido por sus problemas de visión. Que siga la fiesta en MotoGP.