Messi: 780 minutos sin marcar al Madrid y 7 años sin Champions

Leo Messi lleva 780 minutos sin marcar o asistir contra el Real Madrid. Su último gol a los 'Blancos' data de 2018, lo que es una eternidad para un futbolista que logró 26 tantos ante el Real Madrid en 17 temporadas, con exhibiciones como su primer 'hat trick' en un recordado 3-3 en el Camp Nou, el golazo maradoniano de las semifinales de 2011 y cuando mostró su camiseta al público en la liga de 2017.

Pero todo eso ha quedado atrás. El nivel que Messi ha demostrado a lo largo de toda la temporada en la Ligue 1 no era casualidad. Sus dos goles en el campeonato doméstico eran una alarma que los partidos de Champions habían apagado. En Europa, volvía el mejor Messi, hasta que el Madrid se puso enfrente.

En la ida erró un penalti y en la vuelta, desapareció. Mientras Kylian Mbappé y Karim Benzema se exhibían ante el Santiago Bernabéu, Messi era poco más que una sombra de sí mismo. Apenas se recuerda ninguna jugada de mérito del astro argentino, que rondó varias veces la frontal del área sin peligro y que, con 3-1, mandó una falta a las nubes. Su otra jugada más recordada le dejó en evidencia. Una carrera a la contra en la que Luka Modric fue al suelo para sacarle el balón y levantar el rugido de la grada.

¿Será el fin de Leo Messi? ¿Qué le espera al argentino ahora? Este será el séptimo año sin que pise la final de la Champions. Desde la victoria en Berlín contra la Juventus de Turín, Messi no ha vuelto a una final. Una barbaridad de tiempo para el actual Balón de Oro y para ser el mejor jugador de la historia.

Su gafe con la competición europea ya no es ninguna broma y puede que su final en ella esté más cerca de lo que pensamos. Con Mbappé en la rampa de salida, el superequipo del PSG amenaza con desmembrarse para la próxima temporada, lo que dejaría a Messi en una peor posición para levantar su quinta orejona. Además, tampoco una vuelta al Barcelona le garantizaría ganar, puesto que el equipo ahora dirigido por Xavi Hernández primero tendría que asegurar meterse entre los cuatro primeros para no jugar de nuevo la Europa League.

Sea cual sea la última bala que le queda al argentino, esta cada vez se le va desvaneciendo más. El fin de Messi está cada vez más cerca.