Marc Márquez se abre a un futuro en MotoGP lejos de Honda

El piloto catalán no está para nada contento con el rendimiento de la marca japonesa hasta tal punto de pensar en abandonarla si no le dan una moto competitiva.

Marc Márquez se abre a un futuro en MotoGP lejos de Honda

Marc Márquez se abre a un futuro en MotoGP lejos de Honda / SPORT

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Existen matrimonios en el mundo del deporte que parecen imposibles de romperse. Larry Bird y los Celtics, Paolo Maldini y el AC Milan, Francesco Totti y la Roma, Max Verstappen y Red Bull... Todos estos ejemplos de enlaces bien avenidos podrían ver un impacto sísmico de importantes dimensiones si finalmente se rompe la pareja formada por Marc Márquez y Honda HRC.

El piloto catalán, tras tres temporadas muy lejos de su mejor versión por las lesiones, ha dejado entrever que hay futuro más allá del equipo japonés y que si no se ponen las pilas los tendrá que abandonar el equipo más pronto que tarde. "Ahora mi mente solo está en volver a lo más alto con Honda. Luego, por supuesto, si no puedo, porque siento que no tengo las herramientas, intentaré encontrar lo mejor para mí", dijo.

Márquez termina contrato con el mítico fabricante japonés a finales de 2024 y las cosas se han puesto más que tensas con la fábrica hasta desembocar en esto. El matrimonio entre ambos ha sido uno de los más fructíferos de la historia de MotoGP y para muestra un botón: seis títulos de MotoGP, 59 victorias, 100 podios y 63 poles.

De hecho, pocos pueden decir lo que logró Márquez en su debut en MotoGP con Honda siendo campeón en su temporada de novato por delante de grandes 'morlacos' como Valentino Rossi, Jorge Lorenzo o Dani Pedrosa. Eran otros tiempos para el catalán, quien era el niño bonito de la fábrica nipona.

La lesión en el húmero, las cuatro operaciones posteriores y el bajón de rendimiento de Honda han desembocado quizá en una situación insostenible para alguien tan competitivo y hambriento como Márquez. El piloto cree estar a su mejor nivel de nuevo, pero la moto no cumple ni de cerca con el objetivo.

Honda, en decadencia

Los datos no engañan y nos muestran a un equipo completamente deslavazado con decisiones deportivas absolutamente nefastas. Fichar a Jorge Lorenzo en 2019 fue un fallo clamoroso para el equipo, puesto que el mallorquín venía rebotado de Ducati y en HRC su mejor puesto fue un undécimo en toda la temporada.

Para 2020, el equipo realizó decisión chovinista a más no poder fichando al hermano de Marc Márquez, Alex, quien demostró entonces que no tenía ni el nivel ni el ritmo para desarrollar la moto. Hay que recordar que el ocho veces campeón del mundo no completó ni una carrera esa temporada siendo sustituido por Stefan Bradl.

En la siguiente temporada, Márquez aconsejó el fichaje de un viejo rival en categorías inferiores como Pol Espargaró, buscando que Honda rindiese otra vez a máximo nivel. El equipo logró un 1-2 con Márquez y Espargaró en Misano a finales de octubre de 2021 coincidiendo ese momento con el último triunfo de HRC.

En 2022, Márquez ha vuelto a estar a tiempo parcial con Bradl sustituyéndole. El gran problema es que la fábrica japonesa ha perdido completamente el rumboy viéndose cómo el peor motorista de la temporada. Honda, lejos de prometer cambios, no ha conseguido convencer a un Márquez que mira al mercado.

Puertas cerradas para Márquez

El gran problema para Marc Márquez reside en que tanto Ducati como Yamaha -las dos mejores fábricas además de Honda- ya tienen a sus campeonestras los triunfos en el último Mundial de Francesco Bagnaia y en el anterior de Fabio Quartararo. En ambos casos, las puertas parecen más que cerradas para el ilerdense.

Así las cosas, la salida de Suzuki de MotoGP -ganaron el Mundial con Joan Mir en 2020- hace que Marc tenga que tragar con Honda hasta el final. Ni KTM ni Aprilia parecen marcar que puedan asumir la ficha del español y sólo la irrupción de otro gran fabricante podría dar un halo de esperanza a Márquez.

Dorna, la organizadora del Mundial, ya ha tanteado a BMW y Kawasaki como posibles incorporaciones desde el mundo de las Superbikes. El principal problema para ambas marcas es el retorno económico, algo que quizá con Marc Márquez a bordo sí tendría sentido arriesgar. Habrá que estar muy pendientes a este 2023.