Yo, si fuera el Cholo, alinearía a la dupla Suárez-Griezmann

Tanto el uruguayo como El Principito, que marcaron en el último partido en Milán, tienen el sábado la oportunidad de sentenciar a Koeman y dejar muy tocado a su exequipo.

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La venganza, dicen, se sirve en plato frío. Desconocemos la temperatura a la que ahora estará la dupla Suárez-Griezmann (intuimos que el charrúa se sentirá caliente) pero lo que sí sabemos es que ambos se mueren por que llegue el duelo del sábado ante el Barcelona. Yo, si fuera el Cholo, no me lo pensaría y daría entrada en el once a ambos.

Pocos jugadores en LaLiga tienen semejante oportunidad para reivindicarse como la que disfrutarán el uruguayo y el galo. No porque tengan nada que demostrar, que ni el matador ni el campeón del mundo lo necesitan; pero sí porque salieron de su ex por la puerta atrás, uno despechado y el otro con la conciencia intranquila del que sabe que defraudó. Y como el fútbol (como la vida) va de emociones, yo si fuera el Cholo, los alinearía el sábado a los dos.

Al Barcelona, la ex, le tiemblan las piernas. Es un equipo sentenciado, que espera la estocada final defendido por veteranos que fueron todo y promesas que aún no son (casi) nada. En semejante escaparate, la experiencia de Súarez y Griezmann, unida al otro fútbol que tan bien conoce el Atlético de Simeone, se antojan fundamentales. Por eso yo, si fuera el Cholo, apostaría por una alineación con ambos.

El morbo tiene cabida en el fútbol. Más si cabe en este deporte sin ritmo que ha perdido en espectacularidad y por ende en emociones. Y un club como el Atlético, que de sentimientos sabe bastante, no debe escapar de la morbosidad sino sumarla a su causa. Así lo esperan los miles de seguidores que acudirán al Wanda Metropolitano. No lo dudo: yo, si fuera el Cholo, metería a ambos.

Y no olvidamos el último pero no menos importante ingrediente. Es, claro, Ronald Koeman. El holandés no hizo lo suficiente por retener a Suárez (más bien lo empujó) y, aunque poco pudo hacer, tampoco lloró demasiado la marcha de Antoine. Los dos tendrán ganas de marcar y eso, además de mucho morbo, supondría el adiós del holandés. Goles con finiquito. Caliente, ¿verdad? Repite conmigo: yo, si fuera el Cholo...