Finalissima Italia-Argentina: un termómetro para Messi

El invento de UEFA y CONMEBOL de medir al campeón de la Eurocopa con el de la Copa América arranca en Wembley. Un torneo inédito, pero importante. Sobre todo porque quedan cinco meses para el Mundial...

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Los italianos llegan al partido en plena depresión posteliminación mundialista. Por segundo año consecutivo no estará la Azzurra en el mejor torneo de selecciones del mundo. Una tragedia que no aliviará ni siquiera la conquista de este título nuevo.

El conjunto de Mancini ha atravesado por todo tipo de sensaciones en los últimos tiempos: desde el doble varapalo de no estar en el Mundial hasta el subidón inesperado de haber ganado entre medias la Eurocopa. El problema de los italianos es que no hay tampoco demasiada luz al final del túnel.

Los jugadores jóvenes que asoman no han derribado la puerta y algunos de la vieja guardia se despiden ya. De hecho, la Finalissima

Los problemas del equipo campeón de Europa han llegado al no saber dar continuidad a un bloque que hace menos de un año tocó la gloria continental. Pero de aquel once con Donnarumma como candado y jugadores determinantes como Chiesa e Insigne ya queda poco.

La lesión grave de Chiesa detonó absolutamente todo; Insigne, por su parte, ha decidido apartarse de la élite y buscar un último contrato muy jugoso al otro lado del Atlántico.

La Argentina de Messi, confiada

Mucho más motivado y confiado llega Argentina. Los de Scaloni son una de las notas positivas de los últimos tiempos. Ganaron la Copa América y se clasificaron con solvencia para Qatar. No sólo eso.

Este grupo ha sido capaz de envolver a Messi y darle el contexto en el que sentirse cómo. Es el líder, por supuesto, pero ahora hay mucho más alrededor con lo que crearle el hábitat necesario.

El gran crecimiento de los argentinos ha llegado a través de jugadores secundarios que han dado un paso al frente como Nahuel Molina, Cuti Romero, De Paul o Lautaro Martínez.

Otro joven más que se suma a esta revolución es Julián Álvarez, que llega en plena forma tras golear con River y una vez asegurado su fichaje por el City para el próximo curso.

Ya se sabe que para Argentina no hay amistosos, y este nuevo formato en realidad no lo es. Un título oficial con el que constatar las sensaciones de uno y otro. Lo cierto es que para Italia es un partido molesto y que no le va a sacar en ningún caso de la depresión; todo lo contrario que para la Albiceleste, un equipo que sueña, por qué no, con volver a ser el mejor del mundo. Las apuestas están en todo lo alto.