Tras Courtois, la duda

Los cuatro goles que encajó Lunin en Girona reabren el debate sobre si los blancos deben elevar el nivel de competencia para cuando el belga no esté

El ucraniano, fichado en 2018 por siete millones de euros, tiene contrato hasta 2024 y en el pasado más reciente se ha replanteado salir para buscar minutos

Courtois, indignado

Courtois, indignado / EFE

Betfair

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La goleada del Girona al Real Madrid (4-2) ha abierto un buen puñado de debates en un equipo, el merengue, al que se le suponía más firme en alguna de las brechas generadas. El sustituto de Benzema, la fiabilidad desmoronada de Militao o la falta de actitud en este tramo final de campeonato son algunas de ellas. También la del reemplazo de Thiebaut Courtois. Afectado por unas molestias físicas, el belga no viajó a última hora hasta Montilivi. Lunin tuvo la oportunidad de jugar, pero al contrario que el arquero titular, fue incapaz de ejercer heroísmo alguno y quedó triturado como principal víctima de Taty Castellanos y su repóquer.

Al menos los merengues tienen el consuelo de que los pronósticos no han modificado, ni empeorado su valoración para el duelo ante el Manchester City en semifinales de la Champions, verdadero objetivo madridista. En Betfair, los blancos no han dado marcha atrás en sus cuotas. Se sigue pagando a 3.25€ por euro apostado el pase en el global de la eliminatoria frente a un City favorito, que cotiza la clasificación a cuota 1.33. Para el duelo del Bernabéu también los ‘sky blue’ son favoritos, aunque con menos ventaja: cuota 2.25 para los ingleses frente al 3.0 del Real Madrid.

Cambio de estrategia en el Real Madrid

Aun así, los números del ex del Atlético de Madrid luciendo la camiseta merengue avalan la inversión, ahora barata a la luz de su rendimiento, sobre todo en las grandes citas

Además del gasto, la incorporación de Courtois también modificó el perfil de los suplentes a la meta blanca. Se pasó de una era cargada de galácticos entre palos, a un plan más simple: superportero titular y ‘nadie’ para hacerle sombra desde el banquillo. Esto es, se pasó de la etapa en la que Casillas, Diego López y Keylor Navas protagonizaron toneladas de titulares sobre su rol en la meta (incluso con rotaciones hasta entonces inéditas), a otra en la que Courtois lo jugaba todo y su reemplazo no acumulaba argumentos de partida para disputarle el puesto.

El paso se tomó un curso después del arribo de Courtois al Bernabéu, porque en su primera campaña sí que compartió banquillo con uno de esos pesos pesados. Pero Keylor Navas se cansó de su rol secundario y al año siguiente hizo las maletas para enrolarse en el PSG. Fue entonces cuando se ejecutó este nuevo modelo, que tuvo en Areola (cedido en el intercambio con Navas) su primer exponente. Lunin no se asentó como suplente de Courtois hasta la temporada 20-21. Así acumula ya tres temporadas en los que el tiempo pasa y las oportunidades no llegan.

Pocos minutos, actuaciones discretas

Tanto es así que, hasta Montilivi, el ucraniano sólo había perdido uno de los anteriores once encuentros disputados, con ocho victorias y dos empates

Entre los triunfos, el 3-1 al FC Barcelona en el Clásico de Liga disputado en el Bernabéu. La derrota sucedió ante el Mallorca por 1-0. Su balance de goles encajados tampoco era malo: cinco tantos en contra en once encuentros. Sucede que el Girona, de golpe, le metió casi la misma cantidad en un solo partido. Y es en escenarios trágicos como éste cuando el Real Madrid suele reclamar rendimiento excelso a sus porteros. De ahí el debate.

Discusión que el propio portero del Real Madrid también tiene consigo mismo. El pasado verano, visto lo complicado que tenía jugar en la casa blanca, el chaval meditó intentar buscar una salida. Se barajó una posible cesión para que cogiera ritmo de competición antes de afrontar su última campaña de merengue, que será la próxima. Algo que ya intentó sin éxito en Leganés o Valladolid, clubes entonces de Primera que le cerraron las puertas de la titularidad. Sólo en el Oviedo tuvo cierta regularidad. Disputó 20 partidos tras su fichaje invernal en enero de 2020.

Futuro incierto

Otra, previa renovación. En el club blanco confían en su potencial, aunque desde que pagó 7 millones de euros por él en 2018 no se ha visto al gran arquero que todos le presuponían

La tercera vía, seguir sin renovar agotaría su contrato, pero daría al club margen de una temporada para escoger un reemplazo e incluso, si quiera, replantearse su estrategia: vuelta al modelo de grandes porteros disputando la portería o continuidad en la formula actual que podría replantearse dando cabida a los guardametas del filial. Lucas Cañizares (hijo de Santi Cañizares), Luis López y Diego Piñeiro son los guardametas del Castilla que, esta temporada, han tenido presencia entre los mayores, aunque sin disputar ni un minuto.