Dos cenicientas y un sueño europeo

Dos equipos de Segunda, Wisla y Corvinul, han ganado la Copa de su país y pueden acceder a competición continental

Problemas en el caso rumano por carecer de licencia UEFA y por la propiedad de la entidad de Hunedoara

La alegría del Corvinul Hunedoara

La alegría del Corvinul Hunedoara / Twitter

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La Copa en cada país suele ser una competición dada a las sorpresas, donde muchas veces los grandes 'resbalan' al estar más pendientes de otros trofeos.

Basta ver el ejemplo de Polonia y Rumanía, donde dos equipos de Segunda, el Wisla Cracovia y el Corvinul Hunedoara, se alzaron con el trofeo del KO. Y en Alemania, el Kaiserslautern jugará la final ante el Bayer Leverkusen.

Ello da acceso a Wisla y Corvinul a competición europea la próxima temporada, aunque en el caso rumano pueden surgir problemas burocráticos que impidan el sueño continental del modesto equipo de Hunedoara.

En Polonia, el título del Wisla es especial ante la gran presencia de espàñoles en el equipo. Albert Rudé es el técnico de los de Cracovia. El club se llevó recientemente la Copa polaca al derrotar en la prórroga por 2-1 al Pogon Szczecin.

El triunfo, además, le hace valedor de una plaza en la Conference League de la próxima temporada, además de poder disputar la Supercopa de su país.

Albert Rudé es el joven técnico catalán de 36 años que ha llevado a los del sur de Polonia a una histórica conquista. Kiko Ramírez es el director deportivo de un club que cuenta con varios jugadores nacidos en España: Álvaro Ratón, Eneko Satrústegui, David Juncà, Marc Carbó, Joan Román, Jesús Alfaro, Miki Villar, Ángel Baena y Ángel Rodado.

Los dos goles en la final fueron obra precisamente de Satrústegui en el tiempo añadido, que servía para empatar 1-1 y forzar la prórroga; y el segundo, a los nueve minutos del tiempo suplementario, obra de Rodado.

El caso del Corvinul Hunedoara es especial. El flamante campeón de Copa de Rumanía corre el riesgo de no participar en torneos internacionales el año que viene por carecer de licencia de la UEFA.

El equipo transilvano -Hunedoara tiene apenas 50.000 habitantes- se impuso en la final de la Cupa României al vencer en la tanda de penaltis al Oțelul Galați.

El equipo ha acabado en segunda plaza la liga de segunda de su país tras el Unirea Slobozia. Ello supone el ascenso, pero en su caso lo impide una traba administrativa: la norma de la Liga exige que todos los participantes sean empresas con un propietario privado, mientras que el Corvinul pertenece al ayuntamiento.

El actual Corvinul Hunedoara es una refundación con menos de una década de antigüedad, promovida por el gobierno local, que solo pudo recomprar los derechos de uso de su propio nombre.

Esto podría privarle de jugar en Europa. El club protesta ante la lentitud de los trámites necesarios en la Federación rumana, y de momento su gran sueño permanece en el limbo.