El ascenso del Sant Pauli a Bundesliga... ¿por qué es un club tan especial?

Este conjunto de Hamburgo reúne cientos de miles de aficionados en toda Europa pese a que no pisa la Bundesliga desde 2011. Es un club único.

La entidad defiende por delante de todos sus estatutos, de fuerte calado social e igualitario. Tanto, que rechazan incluso patrocinios por violar sus valores.

El St Pauli vuelve a ser equipo de la Bundesliga

El St Pauli vuelve a ser equipo de la Bundesliga / AP

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El planeta fútbol está de enhorabuena. El St Pauli ha ascendido a la Bundesliga. El caso resulta llamativo. Porque este conjunto de Hamburgo creado en 1910 no es, ni mucho menos, uno de los gigantes del fútbol europeo. De hecho, su mejor clasificación en la primera división germana data de 1989, cuando acabaron curso como décimos. Sólo ha competido ocho temporadas en la máxima categoría del fútbol alemán, territorio que no pisa desde 2011.

Ahora lo hará con el morboso añadido de que el Hamburgo, el otro equipo de la ciudad, ése que hasta su descenso a Segunda (2018) siempre había competido en la Bundesliga seguirá en el pozo de la Bundesliga 2. El St Pauli podría incluso añadirle el factor de acabar como campeón del torneo, algo que las apuestas de fútbol de Betfair ven muy factible, con una probabilidad implícita del 80%.

Los principios por delante de todo Y pese a llevar tiempo sin ser de Bundesliga, el St Pauli mueve cantidades ingentes de aficionados por todo el mundo que han aplaudido su promoción a la élite. La culpa la tiene su particular manera de entender el fútbol hasta convertirse en un motor de cambio social al queno le importa renunciar al éxito o al dinero para conseguirlo. Ahí radica la esencia especial que atrae miradas de todo el planeta, más allá de Alemania y Europa hasta trasladarse a América o Asia, por ejemplo.

Los estatutos de este club lo declaran antirracistas, antihomófobos y antifascistas. Toda una declaración de intenciones que, además, completan con una radical apuesta por la igualdad entre hombres y mujeres. De hecho, se considera el club con más seguidoras de toda Alemania y su voz es tan importante, que se han llegado a cancelar acuerdos de patrocinio o publicidad por considerar que violaban los derechos de las mujeres. Sus 30.000 socios son los que deciden el futuro del club. No es la primera vez que toman decisiones que van en contra de los intereses de la sociedad, pero a favor de sus valores fundacionales. De ahí que el St Pauli sea tan aplaudido.

Un club ‘Pirata’

También su peculiar manera de vivir los partidos. El símbolo del club es una bandera pirata que otea en todos los partidos como muestra de su rebeldía. También comanda el final de su túnel de vestuarios en el Milllentor – Stadion, su hogar. Se trata un largo pasillo de referencias oscuras y luces rojas que parece más un pasaje del terror que un escenario futbolístico. Forma clara de marcar carácter que también perciben los jugadores cuando, antes de salir al césped, escuchan el Hells Bells de AC/DC. Y con cada gol, son los británicos Blur los que hacen reventar el estadio con su Song 2.

El rescate de su afición en los años 2000

Ahora esta icónica canción de los 90 volverá a rugir en la Bundesliga para festejar los tantos de este club que curiosamente, al borde de la ruina encontró su mejor fortaleza. A inicios de 2000 estuvo al borde de la desaparición por problemas económicos, pero fue ahí su masa social la que acudió en masa para rescatar a un equipo que, pese a rozar la desaparición jamás lo hizo por el apoyo masivo con el que cuenta dentro y fuera de Alemania.

El club necesitaba dos millones de euros para evitar la bancarrota y lo consiguieron gracias a las acciones que promovieron sus socios, entre algunas de ellas, convencer al entonces presidente del Bayern de Múnich, Uli Hoeness, para jugar un amistoso gratis. Finalmente el dinero se consiguió en una demostración de que el St Pauli no es un club cualquiera. De ahí que su ascenso haya sido ampliamente festejado en Alemania y también fuera.