¿Y quién da la cara por este Barça?

Parece más que evidente que salir a criticar al Barça gusta. Incluso me atrevería a decir que a más de uno le motiva especialmente arremeter contra todo lo que destile cierto aire azulgrana. Da lo mismo si se hace referencia a cuestiones de índole deportiva, social o también con tintes políticos. Todo vale si con ello se cuestiona la idiosincracia del club o el talante deportivo de su primera plantilla. Lo sucedido este fin de semana en Valencia es el último reflejo de una filosofía que va extendiéndose.

En poco más de 48 horas, además de un estadio enfurismado, hemos asistido a declaraciones de lo más rocambolescas por obra y gracia de García Pitarch, Javier Tebas y hasta el discreto Ximo Puig. Directores deportivos, amos de patronales y presidentes de comunidades unidos con un mismo fin: criticar la actitud de la plantilla azulgrana.

¿Y quién les para los pies? Frente a esta sarta de distorsiones y mentiras, un Bartomeu de lo más tibio, salió en defensa de la plantilla. Más con voluntad de no atiar el fuego que de cantar cuatro verdades, el presidente intentó en vano zanjar un debate peligroso.

Encontrar el justo equilibrio entre dar carnaza a la caverna y asociados y guardar silencio a la espera que amaine el temporal entiendo que no es fácil. Para eso, entre otros muchos motivos, el club mantiene en nómina a gran cantidad de ejecutivos con capacidad indiscutible de articular una campaña comunicativa acorde a las circunstancias. Los infundados ataques al Barça merecen justa respuesta. En esta ocasión, se hizo de rogar hasta la finalización de la Supercopa Catalunya. Jordi Mestre salió al ataque. Más vale tarde que nunca. Pero, de cara al futuro, sería preferible obrar con mayor agilidad.