SIEMPRE DE CARA

Del sufrimiento del Barça a la alegría de la afición culé

Marc-André Ter Stegen ante Raffael durante el Borussia-Barça de la Champions 2016/17

Marc-André Ter Stegen ante Raffael durante el Borussia-Barça de la Champions 2016/17 / sport

Tomás Andreu

No es un contrasentido asegurar que es motivo de alegría ver cómo sufre el FC Barcelona. Justo todo lo contrario. Cuando Ter Stegen encaja un gol y uno analiza los gestos de rabia de varios jugadores, tiene argumentos para venirse arriba. Frente a los rostros cabizbajos, gritos espoleando a los compañeros; frente a las manos a la cintura y mirada perdida, un par de tacos bien claros.

No me gusta apelar a la épica de forma recurrente, no es bueno tirar de ‘testiculina’ para suplir las carencias futbolísticas, pero a finales de septiembre nada mejor que sufrir a cuentagotas para aprender lecciones clave en el mes de abril. Con solo talento, circulaciones lentas y adornos en el área rival no se gana a conjuntos de primera o segunda línea. Como el Borussia Moenchengladbach, sin ir más lejos.

La clase y el talento, en la plantilla azulgrana, se dan por descontados. Visto lo visto los últimos partidos, nadie puede dudar que este mismo vestuario tiene raza, carácter y lo que haga falta para remontar en cualquier campo. Y ese sí es un motivo de alegría justificado. Combinar el fútbol excelso con arrebatos pasionales invita a soñar en algo grande. Saber sufrir es vital.