Lleyton Hewitt se regala "una batalla" con David Ferrer

La Rod Laver Arena presenta su aspecto de gala. En la grada, incluso, grandes deportistas australianos, como el expiloto de F-1 Mark Webber. La ocasión lo vale. Sale a la pista Lleyton Hewitt, el héroe australiano, que ya anunció hace un año que este Open de Australia es su último torneo.

Al otro lado de la red está su compatriota James Duckworth, que acabará cediendo por 7-6 (5), 6-2 y 6-4 en dos horas y 23 minutos. Hewitt lo celebra como si hubiera ganado el título. Se acaba de regalar un partido más... y ante un rival al que admira y respeta. "Uno de los mejores del mundo, un luchador incansable, un ejemplo", dice Lleyton refiriéndose a David Ferrer. Un duelo de gladiadores.

Porque la fortuna los emparejó, en caso de superar su primer partido, en la segunda ronda del Open de Australia. El tenista de Xàbia había superado sin problemas el debut frente al alemán Peter Gojowczyk.

"Estoy golpeando bien para hacerle trabajar. Muchos no le dan el crédito que se merece, es un competidor como pocos en el circuito, que ha tenido buenos resultados en los torneos de Grand Slam... sólo le falta ganar uno", ha destacado Hewitt, quien ha calificado el duelo con Ferrer de "auténtica batalla".