El Celta mide la resaca blanca

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- / Marc Creus

Alejandro Alcázar

El Real Madrid regresa a la Copa Rey con resaca tras tumbar al Sevilla, pero caer después ante los de Sampaoli en la Liga. El Celta mide el estado anímico de los blancos tras ese plus de seguridad que le daba su condición de invicto. La reacción pasa primero por las decisiones de Zidane, que ha utilizado la Copa para dar visibilidad a los menos habituales, como Casilla, Nacho o Asensio, entre otros.

La gran incógnita es saber si mantendrá la misma dinámica o da por concluido el proceso en un momento delicado en la que tiene la obligación de reaccionar ante un rival peligroso. La gran novedad es Cristiano Ronaldo, convocado por primera vez para jugar la Copa, pero su titularidad no la confirmó el francés, aunque el portugués es de los que no hacen viajes en balde por mucho que le doren la píldora.  

El Celta es un complicado contrincante. Los de Berizzo ya les hicieron sufrir en su visita liguera, con un partido enorme que salvaron los blancos con un gol de Kroos en la recta final (2-1). Ahora es otra historia. Un partido de 180 minutos en el que los madridistas quieren repetir el guión que siguieron para eliminar al Sevilla, con un 3-0 definitivo en el Bernabéu.

Los celestes llegan en un buen momento pese a la exclusión de Orellana, al que Berizzo ha echado del equipo por una falta de respeto -aunque la versión del jugador es opuesta a la del técnico-. Una baja sensible que tiene que empezar a superar desde este miércoles, y qué mejor rival y escenario como para demostrar que el chileno era un peón más en un engranaje que prevalece sobre el individuo. El técnico argentino recupera al ‘Tucu’ Hernández que sale de una lesión, aunque podría reservarlo para no arriesgar de salida. Zidane también recupera a Isco, pero el malagueño tampoco apunta al once que sí estará poblado de teóricos titulares a diferencia de partidos anteriores.