TOTTENHAM

La maldición de Wembley persigue al Tottenham

El Tottenham ha jugado siete partidos en el nuevo Wembley... Y ha perdido seis. En Champions ya supera el gafe del Arsenal entre 1998 y 1999

Wembley es un escenario impresionante... Pero gafado para el Tottenham

Wembley es un escenario impresionante... Pero gafado para el Tottenham / sport

Jordi Blanco

La maldición de Wembley ha fijado sus ojos en el Tottenham. Si el viejo estadio fue gafe para el Arsenal en la Champions League, el nuevo ha arrasado a los Spurs.

El equipo de Pochettino , que ha perdido seis de sus siete choques jugados en Wembley, cuenta por derrotas sus dos encuentros disputados en la fase de grupos de esta Champions, el último frente al Bayer Leverkusen, que pone en serio peligro su pase a los octavos de final del torneo, un objetivo de mínimos que se había marcado el club de White Hart Lane.

Los Spurs han perdido seis de sus siete partidos disputados en el nuevo estadio

En este aspecto el Tottenham sucede al Arsenal, que decidió en las temporadas 1998-99 y 1999-2000 disputar sus partidos de Champions en el viejo estadio de Wembley... Con un resultado descorazonador.

Los gunners, bajo el mando de Wenger, llevaron a no menos de 73.000 hinchas a las gradas, el doble de la capacidad del viejo Highbury, pero en las dos campañas fueron eliminados en la fase de grupos, ganando solo uno y perdiendo tres de los seis partidos que allí jugaron.

El Tottenham sucede al Arsenal: los gunners fracasaron los dos años que jugaron Champions en el viejo Wembley

Pero el Tottenham empeora, y no poco, la estadística porque la lleva más allá de la Champions. Y es que en el nuevo estadio londinense el club de White Hart Lane ha perdido las finales de la Copa de la Liga de 2009 y 2015 y, también, las semifinales de la FA Cup de 2010 2012.

En Wembley los Spurs solo ganaron la final de la Copa de la Liga en 2008, su primer partido en el nuevo escenario y bajo las órdenes de Juande Ramos. Ahora, obligado a ganar en Mónaco, el Tottenham tendrá una última oportunidad, ante el CSKA, para revertir este gafe que le acompaña.