Víctima de la presión de Hamilton

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Josep Viaplana

Josep Viaplana

Nico se ha quedado sin fuerzas para seguir. El anuncio de su retirada, que nos cogió a todos a contrapié, es el magnífico epitafio de un piloto que ha elegido la persona por delante de ser un deportista de élite, alguien que dedica su vida al cien por cien al logro de su objetivo por encima de todo y todos.

Este año lo ha pasado mal, muy mal. Desde Suzuka ha vivido un auténtico calvario. Tenía a tocar el título, igualar la marca de su padre, Keke, en 1982, y no lo podía dejar escapar después de que Lewis Hamilton le robara la cartera los dos últimos años. El inglés ha jugado duro, como en él es habitual, al límite, sin concesiones. El último stint de Abu Dhabi fue un claro ejemplo de ello.

Rosberg se preparó para ello, consciente de la dureza de su oponente, pero se entregó tanto en el empeño que después de certificar el título se ha quedado vacío, es decir, sin fuerzas para repetir el esfuerzo otro año. La renuncia de Nico tiene importantes consecuencias económicas para él, ya que tenía dos años más de contrato y se aseguraba unos 50 millones.

En la historia de la F1 solo encontramos un precedente, el del inglés Mike Hawthorn, que ganó el título en 1958 y se retiró. A mí, sin embargo, la postura de Nico Rosberg me recuerda mucho al final deportivo de Álex Crivillé, otro deportista que antes de ser un gran piloto era una gran persona. Le costó tanto doblegar a Mick Doohan que cuando lo hizo me confesó, la misma noche: “Josep, ya me puedo morir”. Se había quedado sin fuerzas para mantener el mismo nivel de exigencia. Lo mismo le ha pasado a Nico.

Le aprecio, lo reconozco, todo un señor del paddock, y le echaré de menos, pero me alegro por él, por su familia y porque estos complicados días que vivimos haya quien ponga por delante la persona y los sentimientos personales.

Finalmente, que nadie lo dude, Rosberg es un merecido campeón. Batió a Hamilton con el mismo coche y equipo y eso no se lo quita nadie y, precisamente, será algo que persiga a Lewis el resto de su carrera.