El tifo que señala el camino

En nombre de la victoria suelen perdonarse muchas groserías, pero a veces ni el triunfo más épico sirve para tapar ciertas vergüenzas. Cierto, el Madrid pasó por encima del Atlético el pasado martes, pero ningún hat-trick puede esconder la vergüenza ajena que produjo en el mundo del fútbol el tifo que proclamaba ‘Decidme qué se siente’, en alusión a las dos finales ganadas ante los colchoneros. La sustancia no solo era el mensaje, sino la dimensión de la pancarta, sostenida no por un energúmeno aislado sino por centenares de aficionados, y su espectacular realización, muy industrial y metódica, que no era fruto precisamente de ninguna improvisación. Una sensación por cierto muy parecida a la que produjo la pancarta más siniestra que recuerda el fútbol español, aquella que rezaba ‘Mou, tu dedo nos señala el camino’ y también sospechosamente bien diseñada y de grandes dimensiones. En los dos casos queda la impresión de ser una iniciativa como mínimo tolerada de manera paraoficial y en cualquier caso es un hecho probado que nadie las retiró ni nadie ha pedido todavía perdón por las ofensas perpetradas. En este contexto, ayer se esperaba con interés la opinión sobre el tifo de Zidane, teniendo en cuenta que su talante en público siempre ha sido respetuoso y elegante. Esta vez el entrenador francés fue decepcionante e incluso lo llegó a justificar: “Es parte del fútbol, a veces cuando estás en contra de un tifo estás jodido pero no lo puedes cambiar”. Como si la antideportividad fuera una lacra consustancial a este deporte contra la cual no se puede hacer nada. Es posible que tras las palabras de Zidane hubiera el aliento presidencial o quién sabe si una especie de autocensura impuesta. Pero el caso es que el Madrid, como entidad, ha dejado escapar otra oportunidad de demostrar su tan proclamado señorío. Hay tifos que señalan el camino.