OPINIÓN EXPRÉS

Messi: la sanción de la vergüenza

La sanción de la FIFA a Messi es de una desproporción absoluta

La sanción de la FIFA a Messi es de una desproporción absoluta / EFE

Lluís Mascaró

La FIFA va  a por Messi. Descaradamente. Quiere hacerle pagar los platos rotos por la AFA. Una ‘vendetta’ entre mafiosos. Y para ello, rearbitra un partido, actuando de oficio, utilizando el vídeo y a un especialista en lectura de labios. Y le  impone una histórica sanción de cuatro partidos.  Histórica y vergonzosa. Porque denota una animadversión sin sentido contra el mejor jugador del mundo. Y, también cierto tufillo a revanchismo contra Leo por no haber acudido a la gala de The Best. Si esta es la manera que tiene el máximo organismo futbolístico mundial de impartir justicia, apaga y vámonos… ¿Pero qué puede esperarse de una institución que lleva años instalada en la corrupción más obscena?

Messi ha sido, es y será un ejemplo dentro y fuera de los campos. Y un posible insulto al juez de línea Emerson Carvalho (que nadie escuchó, que no figura en el acta y que desconocía, incluso, el supuesto afectado según su propio testimonio ante la FIFA) ha servido para intentar manchar el nombre de un deportista ejemplar. Pero no lo van a conseguir. Porque todos sabemos cómo es Messi. Ellos y nosotros. Un futbolista intachable, respetado incluso por sus rivales. Acostumbrado a recibir patadas y empujones sin protestar. Siempre con un discurso modesto. Comedido. Alejado absolutamente de lo que supone una sanción de cuatro partidos…

“¡La concha de su madre!” dicen que dijo Messi. Como si en un campo de fútbol no se escucharan millones de palabrotas peores que las que dicen que dijo Leo. Pero había que dar ejemplo con Messi. Y castigarle de forma exagerada. E injusta. Para castigar, de paso, a la Federación Argentina por su gestión corrupta. Como si los señores de la FIFA estuvieran limpios de polvo y paja. El colmo de los despropósitos. Y de la vergüenza…