Un mercado con 'ADN' del Mercat de Sant Antoni

Depay y Wijnaldum, en el partido ante Macedonia

Depay y Wijnaldum, en el partido ante Macedonia

Marc Menchén

Marc Menchén

Uno de mis recuerdos de infancia es acudir al Mercat de Sant Antoni con un claro objetivo: lograr el cromo del Mono Montoya. Iba dispuesto a entregar un buen puñado de cromos a cambio del guardameta que acababa de fichar el CD Mérida. No me costó ni una peseta, solo diez tarjetas a cambio de él. Un cuarto de siglo después, los alrededores del mercado siguen con la misma imagen de intercambios cada domingo, la misma que este verano se volverá a producir en la industria del fútbol. La idea de los clubes es la misma que la mía entonces: cubrir vacíos con restos sobrantes sin que les cueste un euro.

Y eso es lo que van a buscar los clubes de LaLiga este verano, conscientes de que Javier Tebas no tiene intención de relajar el control económico para intentar que los clubes se saneen por la vía rápida. No en vano, las proyecciones del presidente apuntan a unas pérdidas de entre 600 millones y 700 millones de euros para 2020-2021, que obligará a recuperar en máximo dos temporadas con la reducción de límites salariales.

La norma de la competición es clara y no admite dudas: mientras un club tenga comprometidos salarios y pagos de fichajes superiores al techo de gasto asignado, a lo máximo que se les va a permitir es reinvertir un 25% de lo que ahorren previamente. Dicho de otro modo, mientras el Barça siga muy por encima de sus posibilidades actuales, solo podrá reinvertir en plantilla 25 de cada 100 millones que pueda obtener en plusvalías por traspasos o rescindiendo contratos. Un ejemplo más claro: si Messi renuncia al 50% de su salario, es decir, unos 50 millones brutos, Joan Laporta solo podrá reutilizar 12,5 millones de lo que se liberan. 

Ahí es donde entra la figura del trueque, pensada para que no haya que poner dinero sobre la mesa, se puedan generar ingresos contables relevantes para cuadrar el curso inmediato y diferir el gasto a años siguientes. Si el Barça vende a fulano por 50 millones y está libre de cargas serán 50 millones limpios a 2021-2022, mientras que el coste del que reciba a cambio lo podrá dividir durante los años de contrato. Fue la ‘fórmula Bartomeu’ hasta el estallido de la pandemia.

A quienes critiquen la poca permisividad de LaLiga, cojan estos datos y piensen en si ustedes salvarían a su club con su dinero. Mientras el fútbol español perdió 19,9 millones en 2019-2020, la Bundesliga se dejó 213,4 millones, la Serie A se pasó de 700 millones y la Premier dejó un agujero de más de 1.000 millones. Los ingleses, con accionistas multimillonarios capaces de aguantar el golpe, son los que decidirán el precio de nuestros cromos.