Manos arriba, esto es el Madrid

Momento de la amarilla de Vidal

Momento de la amarilla de Vidal / sport

Albert Masnou

Albert Masnou

El Madrid ya está en las semifinales de la Liga de Campeones gracias al húngaro Viktor Kassai. El colegiado estaba en el punto de mira de la casa blanca porque temían que pudiera perjudicarle de la misma manera que, entienden, ocurrió en 2012 cuando en un enfrentamiento entre el Madrid de Mourinho y el Bayern de Munich pitó un penalti a favor de los alemanes. Los temores no se convirtieron en realidad. Ni mucho menos. Fue un aliado más en su propósito de pasar de ronda. 

El colegiado húngaro le sirvió en bandeja el pase gracias a una segunda amarilla a Vidal en una acción que ni tan siquiera fue falta. Esta decisión dejó en inferioridad al Bayern, que entonces empataba a un gol. El Bayern tuvo que jugar con uno menos pero aún así el colegiado siguió echándole otras dos manos al Madrid con dos decisiones decisivas: El segundo y el tercer gol de Cristiano Ronaldo era en fuera de juego por lo que debieron ser anulados. Si un error de este tipo ya puede ser letal, tres es un atraco a mano armada.

El Madrid volvió a recurrir al colegiado para seguir vivo en la Champions, de la misma manera que durante el presente curso ha ocurrido en la competición doméstica, donde ha habido innumerables ayudas arbitrales que le permiten estar en esta situación de ventaja en la que se encuentra.

El Bayern ya sabe qué medicina se gasta el Madrid. Y luchar contra tantas adversidades es algo que el Barcelona conoce bien. A este paso, a la próxima edición del Santiago Bernabéu el Madrid deberá jugar contra el mismo colectivo arbitral porque todos estarán invitados.