OPINIÓN EXPRÉS

El Barça sacó su carácter campeón

El Barça no jugó su mejor partido pero logró una victoria de campeón

Luis Suárez fue autor del segundo gol del Barça en Valencia

Luis Suárez fue autor del segundo gol del Barça en Valencia / sport

Joan Maria Batlle

Vaya por delante que no fue el mejor partido del Barça, pero sí fue una de las mayores demostraciones de carácter de un equipo que supo sobreponerse a las adversidades y buscar la victoria con una fe que solo los campeones tienen. Los tres puntos de Mestalla tienen un valor incalculable, puesto que refuerzan la confianza en un equipo que, diezmado por las lesiones y ante un rival que jugó al límite en todas las acciones, nunca bajó los brazos y evidenció un compromiso y una entrega fuera de toda duda.

Para entendernos, el Barça pasó ayer de una situación de precrisis en la Liga (estaba sufriendo la tercera derrota en nueve partidos, un 33%, una barbaridad) a un escenario en el que sale absolutamente reforzado por el gran golpe de autoridad que ha dado ante sus rivales. Seguramente, Luis Enrique no estará contento por las lagunas tácticas y errores cometidos, pero sí estará orgulloso de sus jugadores. Todos los barcelonistas deben estarlo. 

UN PASO ADELANTE

Es en estas situaciones en las que está todo en contra, también el marcador durante gran parte del encuentro, cuando los futbolistas dan la auténtica medida de su grandeza. El Barça ya se presentó en Mestalla con una defensa diezmada, sin Piqué Alba. Pero fue a los one minutos cuando sufrió el golpe que más podía tambalearle, le grave lesión de Iniesta. Sin Piqué ni Iniesta el Barça perdía gran parte de su esencia, la salida de balón y la creación y control del juego.

En la segunda parte se pusieron de manifiesto estos problemas, el centro del campo naufragó y el Valencia remontó. Pero a partir de ahí, apareció el carácter, el compromiso, el esfuerzo... y la ambición, porque solo con ambición se puede ir a un intercambio de golpes arriesgadísimo como los que el equipo asumió. Al final, el penalti transformado por Messi bajo máxima presión y ante el mayor parapenaltis del mundo, como es Alves, demostró por enésima vez quien es Messi.

En definitiva, más allá de polémicas arbitrales y del excesivo desorden táctico del equipo, creo que hay que celebrar la victoria como un gran paso adelante del equipo. Con una defensa nueva, el golpe anímico de la lesión de Iniesta y la gran incidencia de su ausencia en el juego del equipo, solo se podía ganar por carácter.