El Barça no puede estar a la merced de Luis Enrique

Luis Enrique tiene en vilo al Barça

Luis Enrique tiene en vilo al Barça / SPORT

Ernest Folch

Ernest Folch

El Barça se encuentra que en plenas fiestas de Navidad su entrenador sigue sosteniendo que no tomará ninguna decisión sobre su continuidad hasta final de temporada. Por si había alguna duda, lo volvió a confirmar en una entrevista a Barça TV en plena Nochebuena. Es una situación excepcional, que no es habitual en ningún otro gran club de Europa, y a la vez familiar, porque recuerda a lo que ya se vivió en su día con Guardiola. Luis Enrique tiene todo el derecho de esperar hasta cuando quiera, él es el amo de su tiempo, nadie le puede discutir su libertad individual.

Es, además, una postura sumamente coherente con el fútbol actual, donde poco margen de maniobra le queda a cualquier técnico si los resultados no acompañan. Y es muy honesto, porque con el crédito que tiene, podría renovar tranquilamente por unos cuantos años, como ya le ha expresado el club unas cuantas veces, y asegurarse mucho más dinero en su bolsillo. Sin embargo, que la postura del entrenador sea noble no quiere decir que case con los intereses de la entidad, que tiene la obligación de planificar el futuro con una anticipación razonable. Es natural y comprensible que el entrenador renueve año a año pero es inasumible esperar hasta el mes de mayo, porque en caso de no continuar se puede entrar en una etapa de incertidumbre muy difícil de manejar.

Tal como avanza hoy este periódico, el Barça quiere que el técnico anticipe su decisión, y así se lo hará saber, partiendo de la base de que evidentemente quiere que renueve. Es un caso muy parecido al que se dio el año pasado con Pep Guardiola, cuando el Bayern le puso un ultimátum en el mes de febrero, al considerar que la demora ponía en riesgo el proyecto de la temporada siguiente. El Barça está en una tesitura delicada, porque debe hacer compatible su respeto hacia el entrenador que le ha dado tantos títulos con velar por sus propios intereses. A pesar de que lo negarán en público para evitar malinterpretaciones, los ejecutivos del club tienen claro que el mejor candidato para ocupar la plaza de entrenador es evidentemente el asturiano pero que la entidad debe manejar el tiempo de la operación y no puede estar en ningún caso a la merced de Luis Enrique. Un sudoku complicado con una única solución: poner una fecha y anticipar la decisión.