Este es Robinson, el 'otro' Ronaldinho

Fueron pocos minutos, pero a Robinson Oliveira le pareció una eternidad. Vio que los miembros de la seguridad estaban distraídos, impactados por la presencia de Messi, y entonces saltó al campo de juego del estadio Independencia en búsqueda de un abrazo con el mejor jugador del mundo.

Descalzo, con una mano ensangrentada por la alambrada, y vestido igual -idéntico 100%- a Ronaldinho. "¿Qué hacés Ronaldinho acá?", le bromeó Leo Messi en el final del entrenamiento, camino al autocar, entre las colchonetas.

Robinson, 23 años, que vive de imitar a Ronnie (va a fiestas, eventos, bodas, para darle toques al balón y sacarle provecho a su enorme parecido al Gaúcho), se puso de rodillas y comenzó a hacerle reverencias a Messi. "¿Sabías que sos igual a Ronnie?", insistió Leo mientras lo abrazaba. Zabaleta, Lavezzi, Orión, Agüero y Garay se sumaron a las bromas, mientras el torcedor mineiro recibía el cariño de los futbolistas con satisfacción.

"Admiro mucho a Messi"

Tras ser expulsado del sitio, Robinson habló con Sport en plena calle. "Nunca lo hice. Jamás me metí en un campo de juego. Pero era la oportunidad de ver a Messi, la única vez en la vida, y no la podía dejar pasar. Me trató muy bien, se dio cuenta de que yo no le quería hacer nada malo, que simplemente le quería decir todo lo que lo admiro", le comentó el 'torcedor' a Sport. 

"Admiro mucho a Messi. Es fantástico, pero al que más admiro es a Ronaldinho. Messi es mejor que Neymar, pero Ronaldinho es mejor que Messi. Ojalá que Messi tenga un Mundial espectacular, pero que la Copa se quede en Brasil", agregó.

Simpático, alegre, Robinson no fue el único que pudo darse el gusto de estar unos minutos con los jugadores. El pequeño Iago Marcelus, de 12 años, se tiró en la calle a llorar y a rezar porque Lavezzi le regaló su camiseta. Algo similar le sucedió a Ricardo Tadeu, de 23 años, estudiante, que se pudo llevar la samarreta de Mascherano. "Todos estamos con Argentina, ¡fuerza Argentina!", gritaron a coro los brasileños. Todos ellos quedaron enamorados de Messi. Hasta el propio clon de Ronaldinho.