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Carolina Marín: "Mi principal rival soy yo misma"

Se medirá en la fase de grupos a la finlandesa Vainio y a la danesa Kjaersfeldt. En hombres, competirá Pablo Abián

Carolina ha logrado convertirse en una auténtica celebridad en buena parte del sudeste asiático

Carolina ha logrado convertirse en una auténtica celebridad en buena parte del sudeste asiático / sport

David Rubio

Para que una española llegue a ser la número uno del bádminton mundial tienen que concatenarse muchas casualidades y ése es el caso de Carolina Marín.

De hecho, apuntaba a ‘bailaora’ flamenca hasta que su amiga Laura la invitó a un entrenamiento de bádminton. Y de esas aguas no han parado de llegar éxitos y títulos. “Claro que fue una casualidad. Sin esa amiga, no estaría donde estoy. O habría llegado más tarde... o nunca. De casualidades va la vida, ¿no? También hay que tener talento y trabajar mucho, que en el deporte profesional nadie regala nada”, explica Carolina Marín. 

Procedente de un país en el que ‘bádminton’ y ‘volantista’ suenan casi a chino, ha logrado convertirse en una auténtica celebridad en buena parte del sudeste asiático (en Indonesia y Tailandia es uno de los deportes nacionales) gracias a sus dos oros mundiales (Copenhague 2014 y Yakarta 2015) y europeos (Kazán 2014 y La Roche-sur-Yon 2016).

“Mi principal rival soy yo misma. Si doy lo mejor de mí, con calma, alegría y fuerza tendré muchas opciones de medalla. No temo a nada. Estoy concentrada en disfrutar todo lo que pueda de los Juegos y en rendir al máximo. Con trabajo y sacrificio todo es posible”, explica una Carolina con una psicología muy trabajada junto a Pablo del Río. Su otro punto de apoyo es Fernando Rivas, su entrenador de siempre. 

“Las expectativas que se están creando a mi alrededor son eso, expectativas. No me siento nada presionada, nás bien al contrario. Me llena de orgullo que se hable de mí como una opción de medalla. Si llega bienvenida sea. Y si no, habrá que seguir trabajando”, indica Carolina, que cumplió 23 años el pasado 15 de junio.

Su capacidad para convertirse en un referente mundial en una especialidad casi virgen en España la asemejaría a figuras míticas como Severiano Ballesteros, Ángel Nieto o Manolo Santana. Ella admira profundamente a Rafa Nadal y se sintió en una nube cuando lo conoció y supo que esa admiración es mutua.

Serán sus segundos Juegos. Con solo 19 años, en Londres cayó en la fase de grupos ante la china Li Xuerui, que logró el oro. “No tiene nada que ver. Era muy joven y mi objetivo era aprender. Ahora me veo con opciones y quiero conseguir el título. Hay que aspirar a lo máximo, ¿no?”, comenta Marín.

Tras agradecer a la afición “ese empujoncito que tanto ayuda”, Carolina reivindicó también el deporte femenino. “En los últimos años hay un cambio importante y las mujeres tenemos más atención de los medios. En cuanto al bádminton, yo hago todo lo posible para darlo a conocer”, recalca.

La andaluza ya tiene sus rivales para la fase de grupos en Río: la danesa Line Kjaersfeldt (24 del mundo) y la finlandesa Nanna Vainio (24). Si acaba primera, se ‘plantará’ directamente en cuartos.