La vida de Schumacher no está en sus manos

UNA AUTÉNTICA TRAGEDIA. Lleva más de ocho meses apartado del mundanal ruido. Está aislado en una burbuja médica y muy pocas personas conocen su verdadero estado físico. La vida de Michael Schumacher es un auténtico drama. De ser un hombre afortunado, feliz y muy rico, ha pasado a ser un cuerpo inmóvil y sin conocimiento que vive asistido por máquinas a la espera de un milagro. La buena noticia de hoy, la luz de la esperanza, es que después de estar 254 días entre los hospitales de Grenoble y Lausanne, de ellos 189 en estado de coma, ha sido autorizado por los médicos para continuar la recuperación en su residencia particular de Suiza, donde han habilitado una clínica particular. Ya ha anunciado el portavoz de la familia que el camino será largo y difícil ya que las lesiones cerebrales sufridas son de tal gravedad que se duda que pueda existir una recuperación total. El siete veces campeón del mundo está pasando un auténtico calvario. El hombre que tantos riesgos afrontó al volante de sus monoplazas fue víctima de un accidente de esquí el 29 de diciembre del año pasado cuando tuvo la mala fortuna de sufrir una caída mientras esquiaba en compañía de su hijo en la estación de Meribel en los Alpes franceses, en una pista no balizada. Desde entonces, Schumacher y sus familiares viven una tragedia que los médicos no saben cómo ni cuándo puede terminar.

EL ROBO ACABÓ EN SUICIDIO. Desde ayer, Schumacher está en su residencia de La Reserve, cerca de Lausanne, una mansión de 2.300 metros cuadrados y 40 habitaciones. La familia ha pedido respeto, intimidad y que no se especule sobre su estado de salud. Hasta el momento han conseguido que no aparezca ninguna fotografía del enfermo aunque por el camino se ha vivido otra tragedia. En la cárcel de Zúrich apareció colgado en su celda el presunto responsable del robo del informe médico de Schumacher. Según descubrió la policía, el dossier fue robado por un funcionario de la Rega, la guardia aérea de salvamento suizo de socorro aéreo encargada de realizar el traslado del accidentado. Tal informe fue ofrecido a varios medios de comunicación y la justicia suiza lo recuperó cuando intentaba ser vendido por 50.000 euros. Ajeno a todo esto, Schumacher continúa disputando la carrera más larga y difícil de su vida, una carrera médica en la que lamentablemente su vida no está en sus manos.