Mi verdad

El rey muerto, Blatter, ejerce ahora de okupa

Blatter aguanta en la FIFA

Blatter aguanta en la FIFA / sport

Josep Maria Casanovas

LA SOGA QUE APRIETA EL CUELLO. No he visto nada igual. Sigue reinando después de muerto. Es un caso de cinismo sin límite. El presidente de la FIFA continúa ocupando su despacho como si fuera un okupa. Destruyendo documentos comprometedores. Borrando pruebas de una corrupción desmadrada. Utilizando el Mercedes oficial. Viajando con jet privado en sus desplazamientos misteriosos a paraísos fiscales. El dimitido Joseph Blatter sigue haciendo de presidente aunque renunciara al cargo. Quiere alargar esta situación tan extraña todo lo que pueda, no tiene ningún interés en adelantar el congreso extraordinario que tiene que elegir a su sucesor. Mientras tanto, el cerco en torno a su nefasta gestión se va cerrando y comienza a sentir la soga que aprieta el cuello. El fiscal general de Suiza ha notificado que varios bancos habían denunciado 53 relaciones bancarias sospechosas de blanqueo de dinero. Estamos delante de un escándalo de proporciones gigantescas. La fiscalía suiza ha creado un equipo de investigadores, liderados por expertos en crímenes financieros y forenses especializados en tecnologías de la Información. El fiscal Michael Lamber ha declarado al respecto: “El mundo del fútbol tendrá que tener paciencia. Por su naturaleza, esta investigación tardará más de los 90 minutos que dura un partido”. Blatter está fichado por la policía pero todavía no lo tienen cazado.

UNA SITUACIÓN INSOSTENIBLE. La investigación suiza es independiente de la que lleva adelante la Fiscalía de Nueva York contra 14 dirigentes por haber aceptado sobornos. Las dos comparten información y han detectado enriquecimientos ilícitos de altos cargos de la FIFA. En este sentido, tanto Blatter como su secretario general, Jerome Valcker, serán llamados por la Justicia suiza para declarar. Paralelamente hay un movimiento encabezado por la Federación Belga de Fútbol que va a reclamar daños y perjuicios a la FIFA si se demuestra que la elección de Rusia para el Mundial 2018 estuvo acompañada de sobornos y comisiones. Mientras tanto, a Blatter ni se le espera ni se le quiere en la Copa América. Es como un apestado del que huyen los que antes eran sus compañeros de fiesta. La situación en Zúrich no puede ser más kafkiana, la vieja cúpula sigue controlando los hilos del poder sin que nadie se atreva a exigir un presidente en funciones que comience a levantar alfombras. Es triste reconocer que el mundo del fútbol ha vivido demasiados años enredado en la corrupción y los privilegios.