MI VERDAD

Levante y City, dos maneras muy distintas de ser líder

Josep María Casanovas

HERMANO RICO, HERMANO POBRE. Manchester City y Levante son las dos caras del fútbol. Algo así como el hermano rico y el hermano pobre. El club inglés es el capricho de un jeque árabe que lo compró en el año 2008 y que desde entonces ha invertido 830 millones de euros, 250 por la propiedad y se ha gastado 580 en fichajes. El club español tiene el segundo presupuesto más bajo de Primera, 21 millones, y sus jugadores mejor pagados tienen un tope salarial anual de 350.000 euros.

Como pueden comprobar viven en dos mundos totalmente opuestos, el grifo dorado de los petrodólares contrasta con una economía `low cost¿ de supervivencia. Eso sí, a día de hoy tienen un punto importante en común, ambos son líderes de las dos Ligas más importantes del mundo. El City, después de humillar al United en el teatro de los sueños. El Levante, después de ocho partidos invicto supera a Madrid y Barça.

EL CITY SE COME AL UNITED. El Manchester City ha sido durante toda la vida el hermano pobre del United, el segundón de una ciudad industrial triste y fría donde Alex Ferguson ha impuesto su ley en los últimos veinticinco años ganando doce veces la Premier y conquistando tres Champions. En la temporada 2002/03 el City militaba en Segunda División y han estado treinta y cinco años sin ganar nada. La victoria en la final de la Cup la pasada temporada ha sido el punto de inflexión. Ahora Manchester es azul, los petrodólares han hecho el milagro, el presupuesto del equipo que entrena Mancini es de 320 millones, quince veces el presupuesto del Levante. De hermano pobre han pasado a ser el equipo rico de Manchester que firma cracks a golpe de talonario: Agüero, Silva, Balotelli, Touré, Tevez, Nasri y un largo etcétera.

EL MILAGRO DEL LEVANTE. Está claro que el liderato del Levante es como un regalo de Dios, un milagro. Ya saben que más pronto que tarde bajarán de la gloria. Pero que les quiten lo bailado, tienen veinte puntos y se han subido a las barbas del Valencia y Villarreal. Tiene mucho mérito la trayectoria del equipo de Juan Ignacio Martínez, un debutante en Primera que trabaja con una plantilla de veteranos que solo se gastó 400.000 euros este verano en refuerzos. Un equipo humilde que se codea con los grandes, la ficha de dos jugadores del Barça o Madrid es el presupuesto de todo el Levante. Está todo dicho.