El director deportivo

RESPONSABILIDADES. Me gustó la personalidad de Mathieu durante la rueda de prensa de su presentación. El francés se mostró muy seguro de sí mismo y en ningún momento se mostró afectado por las dudas que su fichaje ha despertado, sobre todo por la relación edad-precio. Él viene a jugar y a hablar en el campo y quizá convencer a la mayoría de incrédulos sea un reto más para él.

En este escenario, Zubizarreta tuvo que lidiar las preguntas más difíciles. No en vano, es el máximo responsable de la política deportiva del club y se le pidieron explicaciones. Tuvo que justificar, por ejemplo, que Mathieu no llegara el año pasado, cuando su cláusula era de diez millones. Lo hizo repartiendo responsabilidades, que es lo mismo que sacarse de encima buena parte de las que por cargo le corresponden. Porque, vamos a ver, ¿no hemos quedado que el Director Deportivo está por encima de las peticiones puntuales de un entrenador y el que vela por las necesidades auténticas del club más allá del horizonte temporal que el entrenador de turno pueda tener? Pues entonces lo del consenso con Martino, “y su equipo”, dijo, el año pasado no cuela. Al entrenador se le pregunta y el mánager decide. El Tata podía intuir que era mejor esperar a Puyol, pero el director deportivo tenía más información y, sobre todo, conocía la realidad del mercado. Bueno, y si las decisiones se toman por consenso, resulta que Martino y todo su equipo fueron cesados aún con un año de contrato en vigor y el director deportivo ahí sigue...

Incido en este tema porque no es la primera vez que ocurre. Ya en la presentación de Bravo dijo que su fichaje era también cosa de Unzué. Insisto, los directores deportivos están para decidir y ver las cosas con perspectiva de club. Si no, que fichen los entrenadores y palmen los entrenadores, que al fin y al cabo acabarán palmando igual.