Pochettino y cinco miembros del staff tuvieron que dormir en Barcelona

Susto en Peralada para el Espanyol

El incendio de La Jonquera, y también el de Portbou, se apreció perfectamente desde el hotel del Espanyol y creó inquietud

J.M. Juventany

El día de fiesta de la plantilla del Espanyol no fue nada tranquilo, pues el fuego obligó a la mayoría de la plantilla a variar sus planes y en muchos casos, tener que soportar horas de atasco en la carretera. El Alt Empordà, tierra muy querida por el Espanyol y que le acoge cada verano desde los últimos 12 años, sufrió durante todo el día de ayer un devastador y preocupante incendio, iniciado en La Jonquera pero que se fue propagando debido al fuerte viento, la tramontana, que lo hacía, a la vez, imprevisible. Más tarde, se añadió otro incendio, el Portbou, y ambos se pudieron observar perfectamente y con inquietud desde el hotel de concentración de la plantilla.

El fuego cogió a casi todos los jugadores y miembros del equipo lejos de Peralada, pues ayer era día de descanso y solo se quedaron en el hotel dos de los refuerzos, Colotto y Wakaso. El resto, se fue con la consigna de llegar antes de las 21.00 horas. Llegaron todos los jugadores, no así los técnicos. Pochettino se quedó atascado en la autopista con cinco miembros del staff técnico y les fue imposible llegar a tiempo. Al fuego se añadió la gran cantidad de ciudadanos franceses que volvían a su país tras las vacaciones. La idea del técnico era dar media vuelta y pasar la noche en Barcelona.

Algunos jugadores, en cambio, fueron muy previsores viendo la que se estaba formando. Kiko Casilla, Tejera, Cristian Gómez, Cristian Alfonso y Víctor Sánchez volvieron al hotel pasadas las seis de la tarde, es decir, con tres horas de margen. Otros, como Álvaro Vázquez, sufrieron atascos de consideración en la carretera, como el propio futbolista explicaba en su twitter, pero consiguió aparecer antes de la hora marcada. El badalonés formó parte de un último grupo junto a Verdú, Forlín, Héctor Moreno, Víctor Álvarez y Baena, que aunque con incertidumbre y cansancio, regresaron en hora.

Quien también sufrió las consecuencias de todo el revuelo montado fue el presidente del club, Ramon Condal. Ayer tenía una comida en Castellterçol para celebrar el 30 Aniversario de la Penya Espanyolista del Moianès. Junto a Jaume Martínez, quedó retenido varias horas, en dos horas solo pudo circular un kilómetro, y finalmente tuvo que volver.

Los momentos más espectaculares e inquietantes se vivieron hacia la mediatarde, cuando las llamas y el humo del incendio de La Jonquera se podían ver perfectamente desde el hotel y también desde el centro de la localidad de Peralada. Una inmensa cortina de humo tapaba el cielo, mientras la tramontana soplaba con fuerza dirección sur. El fuego tomo dirección hacia Figueres, pero todos estaban muy atentos, pues en cualquier momento podía girar la dirección. Mientras, los jugadores iban llegonda y hacia las 20.00 horas, también se podía apreciar ya otro incendio, el que se había desencadenado en Portbou.

El Espanyol estuvo informando a partir de ese momento de manera puntual. El club lanzó un mensaje de ánimo y afecto a una comarca que tanto cariño da al club. La plantilla estuvo muy pendiente de las preocupantes informaciones que se iban dando desde los medios de comunicación del devastador incendio. El club también informó que, si los Mossos no daba otra orden, mantenían la previsión de entrenar hoy a las 9 de la mañana.