SOBRE EL TERRENO

¿Ganarán los nuevos 'hooligans' del motociclismo esta batalla?

Rossi afronta la presente temporada con una mala valoración pública

Rossi afronta la presente temporada con una mala valoración pública / sport

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

Fue muy desagradable, tanto, que fue fastidioso. Fue tan injusto, tanto, que se tornó incomprensible para los presentes, menos para los ‘hooligans’, nuevos en un deporte de colegas. Fue tan, tan, desagradable, que incluso hubo gente que le ha sugerido a la ‘tribu de los chiuauas’, la guardia pretoriana de Valentino Rossi, que cambie de tercio, que abandone la guerra dialéctica, que pase página, que olvide de una vez ese invento del ‘biscotto’, que deje de señalar a Jorge Lorenzo y Marc Márquez y se ponga a correr, pues acabó cuarto en Doha.  Fue tan incómodo para todos, que hasta resultó irritante. 

PITOS Y ABUCHEOS. Puede, sí, que pocos en el ‘paddock’ le den la importancia que yo le doy al escándalo que organizaron unos cientos de aficionados, pocos, pero estuvieron, instalados en la tribuna de la recta de meta del circuito catarí de Losail. Pitaron, insultaron y abuchearon a Lorenzo y Márquez (“me temo que va a ser la tónica general durante todo el año”, se lamentó el de Cervera) minutos antes de la salida y minutos después de la llegada, ya en el podio. Y eso que los dos habían protagonizado dos auténticas exhibiciones, que debieron ser premiadas (aunque Rossi hubiera sido relegado a su box, fuera del podio) por todos los presentes.

El problema es que Márquez tiene razón. Se va a poner de moda una actitud tan fea, incomprensible e injusta como esta, fruto de que muchos se han creído las mentiras que ha ido contando, o promoviendo entre sus amigos plumillas, el propio Rossi. Ardo en deseos de saber qué ocurrirá cuando esto pase (si es que pasa, pero me temo que sí, que ocurrirá) en España, concretamente dentro de nada en Jerez. ¿Vamos a asistir y mantenernos impasibles a pitadas y abucheos a los nuestros, en casa, porque el ‘dios’ de las dos ruedas hace semanas que decidió mostrar su dedo pulgar hacia abajo y sentenciar al ganador del 2015, todo un tricampeón, porque él, el ‘Doctor’, no ganó? ¿De verdad la gente será, es, tan ciega como todo eso? Pues sí, ocurrirá. Solo espero que, en Jerez, Montmeló, Motorland o Valencia, haya más educados que ‘hooligans’. Solo eso.