Cross: El problema es Africa

La cita será en Mombasa (Kenia) el próximo 24 de marzo. Las señales de alarma se han disparado aunque Luis Miguel Landa, de la RFEA, les resta crédito

El interés de los atletas europeos por la temporada de campo a través ha menguado a la misma velocidad que se ha incrementado el poder incontestable de los corredores africanos sobre la verde superficie. La constatación más evidente se ha producido en las últimas ediciones de los Mundiales de cross. Países de rancia tradición como Italia, Francia, Gran Bretaña, Portugal y España han reducido su presencia de manera significativa. La inercia apuntada lleva marchamo de ahondarse de cara a los Mundiales de la especialidad que se disputarán en Mombasa (Kenia) el 24 de marzo.

La competición promete ser una 'merienda de negros' -dicho esto sin ninguna premisa racista- y no son pocos los atletas europeos que han optado por esconderse detrás del riesgo que podría suponerles contraer enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla, el paludismo o el tétanos. La IAAF, en el peor de los equilibrios posibles, no se ha pronunciado todavía. La peor decisión posible es la 'no decisión' y eso es, justamente, lo que está ocurriendo.

El caso español es significativo. José María Odriozola, presidente de la Federación, esbozó las líneas maestras de la temporada 2006-2007en el tradicional encuentro que mantuvo con la elite nacional. Son tres los objetivos establecidos: Europeos en pista cubierta de Birmingham, Mundiales absolutos de verano en Osaka y Europeos de cross, en Toro (Zamora).

También puso énfasis en la Copa de Europa por países. El equipo femenino español tratará de mantenerse entre los ocho mejores del Continente y el masculino intentará lograr el ascenso. Del Mundial de cross poco se dijo. Luis Miguel Landa, responsable del sector de fondo de la RFEA, explicó ayer a este periódico: "Mi objetivo es llevar a Mombasa a los cuatro equipos. Que vayan en cada bloque tres, cuatro o más atletas dependerá del nivel que haya en ese momento y, lógicamente, de los merecimientos. Estoy convencido que los atletas quieren ir a Kenia entre otras razones, porque se juegan los puntos que la temporada próxima esgrimirán ante los organizadores. Y en base a ese baremo serán recompensados económicamente. Saben lo que se juegan. Si no hay puntos, no hay 'caché'. Así son las cosas".

En su opinión, el atletismo europeo está inmerso en una situación difícil: "pero son baches que se superan con el paso de los años. En Italia han empezado a solucionar el problema y están limitando la presencia de corredores africanos en sus pruebas. En ningún momento sugiero la posibilidad de que no puedan participar. No soy racista y tampoco voy en contra de las leyes que garantizan la libre circulación de deportistas.

En mi opinión, los organizadores españoles deberían asegurarse la participación, en primer lugar, de los corredores nacionales y de los europeos y, por supuesto, invitar a los africanos pero, quizás, fijando un tope de contrataciones. Algo parecido ha ocurrido en Bruselas, en Edimburgo y en otros lugares. Esa medida es necesaria para preservar el carácter de espectáculo que ha de tener este deporte". El técnico concluye: "El año pasado, en Fukuoka, hubo cross corto y carrera larga pero en Mombasa sólo se disputará esta última. Creo que eso facilitará la presencia de muchos atletas en esta prueba".