Más de 250 millones de diferencia

Tito y una plantilla a mitad de precio para plantar cara al imperio de Florentino

El conjunto azulgrana intentará conquistar la Supercopa de España en el Santiago Bernabéu con una plantilla la mitad de económica que la del eterno rival

Alfonso Callejas

El compromiso de este miércoles entre Barça y Madrid en el marco de la vuelta de la Supercopa de España supone el enésimo cara a cara entre Leo Messi y Cristiano Ronaldo, un nuevo choque de estilos entre Tito Vilanova y José Mourinho tras la marcha de Guardiola y, especialmente, otro duelo entre dos modelos de dirección deportiva diametralmente opuestos: una apuesta confiada por la cantera -no exenta de una importante inversión económica para contratar a los mejores futbolistas del mundo- contra la apuesta del cheque sin fondo. Una filosofía, la del Real Madrid, que ha naufragado en repetidas ocasiones <strong>en las últimas diez temporadas ante el auge imparable del modelo azulgrana.</strong>

Tras el fichaje del croata Luka Modric -tercer jugador más caro de la actual plantilla blanca-, el coste total de la plantilla madridista asciende a la desorbitada cifra de 501 millones de euros, llegando a doblar a la formada por los azulgrana, cifrada en 244. Buena culpa de ello la tienen los faraónicos fichajes de Cristiano Ronaldo y Kaká, que Florentino Pérez aprobó en su momento para intentar eclipsar la temporada del 'triplete' del Barça, aunque no hay que olvidar que el pasado verano el máximo mandatario blanco también dio el visto bueno a una inversión en fichajes de 81 millones de euros, que superó en cinco a la azulgrana.

Mientras la columna vertebral del Madrid se cimenta en torno a fichajes de renombre con una gran inversión económica -con la salvedad del canterano Casillas, su suplente Adán y los 'rentables' Khedira y Özil-, el Barça tiene entre sus pesos pesados a los jugadores salidos de la cantera como Valdés, Puyol, Xavi, Iniesta o Messi; a los que se han añadido en las últimas campañas futbolistas de un valor incalculable para el estilo de juego azulgrana como Busquets o Pedro.

La tendencia, además, sigue siendo cada vez más marcada y evidencia la distancia existente entre un modelo y otro. Mientras el Barça ha ascendido en las últimas campañas a más de media docena de canteranos al primer equipo -algunos de ellos con un papel tan destacable como el de Thiago o Cuenca- y otros como Tello y Sergi Roberto van adquiriendo protagonismo de forma progresiva, el Madrid se ha regido por la 'ley Mendes', incorporando a varios de sus representados por un alto coste que hizo levantar numerosas suspicacias, y vive anclado en 'San Iker' como gran referente de 'La Fábrica' tras la marcha de Raúl y Guti.

Por si fuera poco, la demandada españolización de la plantilla por parte de la grada ha acabado poniéndose totalmente en entredicho, ya que solo Xabi Alonso y Arbeloa han tenido un papel protagonista en el primer equipo, mientras que Albiol, Granero o Callejón -varios de ellos canteranos 'repatriados' como los azulgrana Piqué, Cesc o Alba- han ejercido un rol totalmente secundario, recordando algunos de ellos los tristes pasos marcados por los 'olvidados' Canales y Pedro León.

La guinda la ponen los respectivos banquillos. Mientras Tito Vilanova supone la herencia del modelo de éxito encarnado por Pep Guardiola, el Madrid también tuvo que abonar la nada desdeñable cantidad de ocho millones para pagar la libertad de José Mourinho y forzar su salida del Inter de Milán.