La historia se cita en Leicester

La historia de la Champions League escribirá un nuevo capítulo este martes en Filbert Way. Seis días después de que el Camp Nou asistiera a la mayor remontada nunca vista, el King Power Stadium acogerá un Leicester-Sevilla que catapultará al triunfador a un escenario único: los cuartos de final.

En realidad, para el Sevilla sería la segunda ocasión que se vería en esta situación, 59 años después de caer ante el Real Madrid en una eliminatoria en que fue arrasado por el equipo blanco (8-0 y 2-2). Para el Leicester, debutante en el torneo, cualquier partido es histórico... Y así se contempla el de este martes, en el que deberá remontar el 2-1 con que venció el equipo de Sampaoli en el Sánchez Pizjuán.

La eliminatoria se recordará por el cese de Ranieri a la conclusión del partido de ida, una destitución llena de sombras, que puso a la plantilla en el escenario como responsable principal y que dio paso a dos victorias consecutivas en la Premier que no solo tranquilizaron los ánimos en el Leicester sino que, también, le han devuelto la fe.

Bajo la dirección de Craig Shakespeare, confirmado en el cargo hasta fin de temporada, el Leicester ha recuperado la imagen que le hizo grande la pasada campaña y ha pasado de ser un grupo deprimido y derrotado a uno ambicioso y fortalecido. Y el Sevilla sabe a qué se enfrentará.

El Lester ya no es el equipo deprimido que visitó el Sánchez Pizjuán

Tal es así que desde Inglaterra se tiene conciencia que Sampaoli lleva más de una semana preparando un partido novedoso y con mayor cautela, si cabe, que en distintas circunstancias. El equipo andaluz reservó el último fin de semana a hombres claves como Nico Pareja, Gabriel Mercado, Sergio Escudero, Ben Yedder y Samir Nasri, aparte de Vitolo tampoco jugó frente al Leganés por sanción en un encuentro del que N'Zonzi o Iborra solamente fueron utilizados 45 minutos.

Todos ellos se adivinan titulares en Filbert Way ante un Leicester que jugó su último partido el cuatro de marzo frente al Hull y que después viajó a Dubái para llevar a cabo un stage que en el club se afirma "ha sido muy positivo para todos".

Shakespeare no engaña. Con su presencia la plantilla del Lester ha recuperado el fútbol, los resultados acompañan... Y los cracks saben que están en el escenario. Es su hora. Y eso es un problema añadido para el Sevilla.