El Benfica desperdicia una renta de tres goles

Aboubakar, extasiado tras marcar el gol del empate a tres definitivo

Aboubakar, extasiado tras marcar el gol del empate a tres definitivo / sport

Josep Bosch

Josep Bosch

A la media hora de juego, el Benfica vencía por un contundente 0-3 y empezaba a festejar el brillante pase a los octavos de final. Pero el panorama varió radicalmente en el segundo tiempo, en el que el conjunto turco equilibró el marcador e incluso estuvo a un paso de culminar la remontada.

88791

Champions

3
3
Alineaciones
Besiktas
Fabri, Gonul (Tosun, minuto 46), Marcelo, Tosic Nukan, minuto 60), Beck, Arslan (Inler, minuto 46), Hutchinson, Quaresma, Ozyakup, Adriano y Aboubakar.
Benfica
Ederson, Nelsinho, Luisao, Lindelof, Eliseu, Pizzi, Fejsa, Salvio, Gonçalo Guedes (Samaris, minuto 74), Cervi (Rafa Silva, minuto 64) y Mitroglou (Raúl Jiménez, minuto 85).

Resulta difícil entender lo sucedido en el campo del Besiktas. El conjunto de Rui Vitória realizó un primer tiempo primoroso, de escándalo. Fue un baño turco en toda regla. Gonçalo Guedes abrió el marcador en el minuto 5, Nelsinho lo amplió en el 25 y Fejsa puso el 0-3 en el 31.

La superioridad de las ‘águilas’ era tal que hasta el público turco empezó a abuchear a los suyos, que no gozaron de ninguna ocasión de gol mientras el Benfica creaba peligro por las bandas tras cada intercepción de balón.

El segundo periodo se inició con un juego más equilibrado hasta que Tosun marcó un golazo al enganchar una espectacular volea. A partir de ahí se creció el equipo de Senol Gunes y empezó a achicarse el Benfica. Los portugueses, pese al asedio local, parecían capear el temporal pero un penalti, transformado por Quaresma en el minuto 83, tuvo un efecto devastador para los de Rui Vitória.

Con un conjunto turco volcado y aupado por unos seguidores enloquecidos, al Benfica le entraron todos los temores y, por si fuera poco, Aboubakar volvió a ser el verdugo de su ex equipo. A falta de un minuto, el delantero cazó un balón suelto en el área para establecer el 3-3. Incluso la herida pudo ser peor para los portugueses porque en el tiempo de añadido un peligroso centro de Quaresma no encontró rematador.