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¿Por qué Neymar quiere volver al Barça?
“No hay mejor club en el mundo para Neymar que el Barça y el Barça no encontrará un mejor jugador que Neymar, están hechos el uno para el otro”, comentaba meses atrás, a SPORT, una persona del círculo de confianza del crack brasileño. Más que un deseo de una reconciliación, que entonces se antojaba imposible y que ahora puede materializarse, se expresaba una evidencia: el divorcio que Ney forzó dos años atrás debilitó a ambas partes. Por eso, cuando el mandamás del PSG, Nasser Al-Khelaifi, ha invitado a su estrella a dejar París, el delantero paulista ya tenía interiorizado que no había mejor destino que el Camp Nou. Esta es una decisión, fruto de la reflexión, que se ha fundamentado en argumentos de peso.
1.- Punto de inflexión futbolístico
Neymar Jr. cayó hasta la 12ª posición en el último Balón de Oro, reflejo de sus problemas físicos en París y de dos temporadas aciagas. El brasileño volvería a Barcelona más pequeño de lo que se marchó, con la necesidad, a los 27 años, de reconducir su carrera. De codearse con Leo Messi y Cristiano Ronaldo en los premios individuales, ha pasado a un segundo o tercer peldaño. El brasileño, imperiosamente, debe desempolvar su mejor versión, lo que le obligará a priorizar aspectos estrictamente futbolísticos. Su fase negra en el PSG ha acabado afectando incluso a la Seleçao, que cayó en los cuartos de final del Mundial de Rusia. A Ney solo le queda una Copa del Mundo en alto rendimiento, la de Qatar 2022, donde llegará con 30 años, tiene, pues, que reaccionar.
2.- Aprender de Messi por mimetismo
Neymar, legítimamente, quiso liderar un proyecto de envergadura para asaltar la Champions y fracasó. Ir a un club de nuevos ricos regado a petrodólares, en una liga menor, y con un vestuario acomodado por salarios generosos no funcionó como trampolín. Desde el error, el brasileño se dio cuenta que es mucho más fructífero, en todos los sentidos, estar todos los días al lado de Messi, el mejor de todos los tiempos.
Leo es el ejemplo a seguir para un Neymar que necesita disciplinar su vida y volver a colocar el balón como su prioridad. El fútbol imponente del rosarino exige un nivel de excelencia a quien le rodea, un escenario que nunca ha encontrado el brasileño en París. Ney, que volvería con el beneplácito del argentino que lo ve como su sucesor natural, sabe que su juego es complementario al de Leo, y al de Suárez, y que los tres se retroalimentan sin interferirse en las zonas de influencia de cada uno. Más allá de una marca, el tridente MSN representa para un Neymar cabizbajo volverse a sentir integrante de un proyecto ganador.
3.- La proyección global del Barcelona
Ningún canal brasileño compró esta última temporada los derechos de la Ligue-1. El apagón televisivo en su propio país fue un durísimo golpe para Neymar, en una temporada en que necesitaba recuperar el apoyo de la ‘torcida’ tras el fiasco de la Seleçao en el Mundial de Rusia. Ney sigue siendo uno de los futbolistas que más genera ingresos en el mercado publicitario, y no hay mejor escenario para estar en evidencia global que vestir la camiseta blaugrana (que esta próxima temporada será cuadriculada). Neymar se ha dado cuenta que jugar la Ligue-1 es un fiasco del punto de vista de marketing: sus emolumentos en concepto de ficha y de contratos paralelos de publicidad con el Emirato de Qatar pueden ser estratosféricos, pero su imagen pierden notoriedad planetaria.
4.- Ser feliz
Decirle a Neymar que "los jugadores no están aquí para divertirse", como declaró Nasser Al-Khelaifi a France Football, es una invitación a que no vuelva nunca más a París. Si hay un mínimo común denominador entre los Hors Concours brasileños, o sea los Romário, Ronaldo, o Ronaldinho es el de “sentirse feliz”, algo que el barcelonismo lleva escuchando desde hace tres décadas. Este concepto etéreo e incuantificable es imprescindible para que los ‘craques’ del ‘país do futebol’ puedan potenciar la autoestima para exhibir sus virtudes creativas en las acciones de uno contra uno. Y el Camp Nou, como un día explicó a SPORT el malogrado Sócrates (ídolo eterno del Corinthians y de una generación de brasileños) es uno de los únicos escenarios del fútbol mundial en que los grandes brasileños encuentran un entorno en que sus virtudes se agrandan.
5.- El Barça, un puerto seguro
Ronaldinho Gaucho se perdió para el fútbol en la misma edad que ahora tiene Neymar, aunque, después, el Gaucho, habiendo tocado fondo en el Flamengo, sacó la casta para ganar la Copa Libertadores en 2013 con el At. Mineiro. Ney, inmiscuido en varias polémicas, se ha dicho a si mismo que no pretende seguir los mismos pasos de su compatriota. Por eso, la elección de su nuevo club es estratégica en su carrera. Y nada mejor que volver a casa, en un entorno y un vestuario que conoce a la perfección. Ir a la Premier es una aventura que implica cierto riesgo que el brasileño no quiere ahora correr. Y el Madrid supondría tirar por la borda sus mejores años como profesional que han sido vestidos de blaugrana, con permiso del Santos, donde surgió y ganó la Copa Libertadores en 2011.
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