Paco Jémez: "Hay que estar un poco loco para pensar que yo pueda entrenar al Barça"

Javier Giraldo

Javier Giraldo

Tras el empate sin goles ante el Leganés, usted lamentó que su equipo no genere más fútbol, algo extraño tratándose de un equipo dirigido por Paco Jémez. 

Es que así no tenemos nada que hacer: tenemos que ser más valientes y creer más en nuestras posibilidades de ataque. El equipo todavía no me llena. Ahora solo nos valen victorias. 

Se fue Jonathan Viera a China, pero sorprendentemente, usted aseguró que no quería más fichajes. Literalmente, dijo que no quería más sobresaltos. ¿Qué pasó?

Nada en concreto: imagínate que nos hubiera dado por fichar a Nasri [el francés acaba de ser sancionado un año por dopaje]. 

También sonó el fichaje de Trashorras, que acaba de rescindir contrato con el Rayo. 

Nos lo planteamos, pero no pudo ser. Por mí, lo hubiera traído pero llevaba tiempo sin poder competir. Quedan pocas jornadas y necesitamos gente con ritmo de competición. Hubiera sido un placer, porque sé que es un tío que se cuida y es un gran profesional, pero ante la falta de partidos, decidimos que lo mejor era seguir con lo que tenemos. 

Tiene a Halilovic. ¿Está aportando menos de lo esperado?

Ha estado tres meses con una lesión grave. El otro día ya jugó como titular y espero que poco a poco vaya a más. Nos puede dar mucho: posesión, uno contra uno, capacidad de decisión en el último tramo de campo. Tiene capacidad para meter miedo a los rivales. 

Hablamos de un jugador cedido por el Barça ¿Qué futuro le pronostica? ¿Volverá al Barça algún día?

Cuando encuentre su sitio, seguro que rendirá bien durante mucho tiempo. El Barça no suele equivocarse a la hora de hacer fichajes, y si firmó a Halilovic es porque tiene algo. Muchas veces, los jugadores necesitan un equipo concreto para triunfar.

¿Qué ambiente detecta en la isla? ¿Hay optimismo con la salvación del equipo?

Lo que piense la gente me da un poco igual: lo que no voy a permitir es que el vestuario baje los brazos. Hemos pasado de estar últimos y hundidos en la miseria a estar a un punto de la salvación. Hemos recortado siete u ocho puntos al Levante y otros tantos al Deportivo. El que no quiera ver la mejoría, que no la vea, aunque tengo que reconocer que no estoy contento del todo. Ahora nadie se da cuenta, pero cuando llegué éramos ultimísimos. 

Halilovic nos puede aportar mucho: cuando el Barça firma a un jugador, es por algo

¿Qué le aportó la experiencia de entrenar al Cruz Azul mexicano?

Fue una experiencia muy dura, muy difícil, pero muy gratificante. Aprendí mucho y me exigí al máximo. No conocía México: es un país durísimo, de gente dura, y el fútbol no es una excepción. Tienen otra manera de ser, de pensar, de relacionarse con la prensa. Puedo decir que he vuelto más curtido y convertido en mejor entrenador. Creo que ahora, desde la lejanía, se está valorando lo que hicimos, meter quinto a un equipo que llevaba tiempo sin clasificarse para los play off. La relación con la prensa no fue muy buena, pero creo que dentro del club sí que valoran lo que hicimos. 

¿Por qué cree que tiene fama ser un entrenador demasiado atrevido?

Yo respeto mucho la opinión de los demás, pero para mí lo importante es hacer que la gente se divierta. Y que los jugadores también lo hagan. 

¿Aun a riesgo de que le etiqueten como temerario?

Eso me da igual.  Tengo muy claro lo que quiero hacer: me hice entrenador para ver jugar bien a mis equipos, para transmitir algo y emocionar a la gente, y que todo eso valga para ganar partidos. Me gusta ganar de una determinada manera y no pienso si eso me penaliza o me ayuda.

Pero usted, más que disfrutar, sufre. 

Cuando eres entrenador de equipos modestos y humildes, sufres más que disfrutas. Supongo que en los equipos grandes, los entrenadores disfrutan más, sobre todo si al descanso ya ganas 4-0. Así el partido pasa mucho mejor, supongo. Pero el destino de los entrenadores de los equipos pequeños es sufrir.

Me hice entrenador para que mis equipos jueguen bien y la gente se divierta  

¿Cree que algún día le llegará la oportunidad de entrenar a algún grande?

Ojalá. Soy de los que piensa que cada uno tiene lo que se merece. Trabajo cada día para ser mejor. Nadie me ha regalado nada.

¿Qué le parece este Barça? Algunos dicen que ya no es tan divertido como antes.

A mí el Barça siempre me gusta. Nunca me decepciona. Y me vas a disculpar, pero quien diga que se aburre viendo al Barça es que tiene otros intereses ocultos por ahí.... Es un equipo que ha tenido una serie de cambios, pero que siempre juega de la misma manera. Yo nunca me aburro viendo al Barça.

¿Cómo valora el trabajo de Ernesto Valverde?

Me gusta que a la gente tan profesional le vayan bien las cosas. Me alegro mucho por él porque es un gran profesional. Ahora tiene la oportunidad de ganar títulos, de entrenar a un grande y de ser mejor entrenador aún.

En su día, se llegó a escuchar su nombre como candidato al banquillo del Barça. Su estilo encajaría. 

Bueno, hay que estar un poco loco para plantear eso, pero como este mundo está loco de por sí, tampoco me extrañaría tanto. Todo es posible, ¿no?

También se dijo que usted sería un buen seleccionador.

Julen Lopetegui es el seleccionador idóneo: acertaron de pleno con su nombramiento. Es un gran profesional y le deseo lo mejor, y tengo la intuición de que va a lograr que España vuelva a ganar algo grande.

¿Convendría que todos los entrenadores empezasen desde abajo, como usted?

Como jugador jugué en Tercera, Segunda B, Segunda y Primera. Como entrenador, lo mismo. Y estoy orgulloso de mi carrera: he aprendido mucho y creo que es algo que te enriquece como entrenador y como persona.

Quien diga que se aburre viendo al Barça es que tiene algún interés oculto por ahí...

En Primera, fue jugador del Rayo, el Depor y el Zaragoza. ¿Qué entrenador le marcó más?

Con Txetxu Rojo tuve una relación buenísima, pero si tuviera que quedarme con alguien, quizá Camacho, que me hizo debutar en Primera y me llevó a la selección. Es el entrenador cuyas decisiones más me han marcado. Pero siempre he intentado aprender de la gente que trabaja conmigo. De unos puedo tener mejor recuerdo que de otros, pero estoy agradecido a todos.

Usted ha hecho carrera entrenando a equipos modestos. ¿Cómo se puede evitar que la brecha entre grandes y pequeños siga creciendo? 

Nosotros ya ni nos preocupamos de los equipos de la zona alta, solo miramos la clasificación de la mitad para abajo. Yo no sé si es bueno o malo, pero creo que se debería hacer algo para intentar que no suceda eso. Buscar una solución es difícil, y tampoco sería buena idea que el Madrid o el Barça pierdan potencial, que sean peores equipos. Al contrario: se trata de darle algo más al resto, para que puedan competir. Hacer mejores a los de la clase media, no peores a los de la zona alta. Por ahí van los tiros, creo. 

Quizás el entrenador que más me marcó fue Camacho: me hizo debutar en Primera y en la selección

En su época, el Deportivo podía ganar una Liga, o el Zaragoza conquistar el Bernabéu con un 1-5, por citar dos ejemplos que usted vivió en primera persona. Eso es impensable, a día de hoy. 

Ese tiempo ha acabado: las diferencias son muy grandes. Los equipos de la zona media no tienen ese nivel. Piensa en el Deportivo de entonces: Bebeto, Mauro Silva, Donato, etc. Era un equipazo. Hoy en día, solo el Valencia o el Sevilla podrían aspirar a algo así. El resto no.