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La oficina de Tito Vilanova en Nueva York

Ni siquiera un océano de por medio impide que Tito Vilanova y Jordi Roura intercambien los detalles del día a día del Barça con una fluidez que hubiera sido imposible años atrás

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La comunicación es constante, el flujo de información es incesante. Para empezar, gracias al 'Whatsapp', la aplicación móvil que permite enviarse mensajes al instante y que tanto Roura como Tito usan con asiduidad, especialmente a la hora de preparar los partidos, incluso durante el desarrollo del juego, aunque en esos instantes, el resto del cuerpo técnico también juega un papel fundamental.

Aunque esté en Nueva York, Tito tiene acceso total y prácticamente instantáneo a todo lo que sucede en el primer equipo. El cuerpo técnico le envía la información que recogen los preparadores físicos y médicos del equipo. El sistema solo tiene un inconveniente, que nada tiene que ver con el Barça: por culpa del cambio horario, Tito no puede ver los entrenamientos en directo (el equipo suele trabajar a las once de la mañana, las cinco de la madrugada en Nueva York). Pero Tito dispone de las imágenes del entrenamiento poco después de que acabe, gracias al trabajo del equipo de 'scouting', que recoge y prepara las imágenes.