Neymar, la chispa del tridente

El Barça ha vuelto a enchufarse y buena parte de la electricidad de la que goza el equipo viene de la central eléctrica de Neymar. Ante el deportivo se quedó sin marcar pero el brasileño volvió a hacer gala de ritmo y una exhibición de movimientos verticales.

Neymar hace ya un tiempo que no rehuye a conducir el balón unos metros e incluso en Riazor tras el tercer gol de Messi intentó hacer una jugada que hacía a menudo con el Santos correr en zigzag aunque no hubiera rivales muy cerca que regatear y chutar. Su balón salió muy desviado y luego sonrió con cara de haber hecho una maldad. 

Este Neymar rinde distinto y sus números a estas alturas de la temporada ya son mejores que en la anterior. Ante el Deportivo se asoció muy bien con Messi, ayudó a que el balón subiera del centro del campo y cuando hizo falta abrió el campo. Si Neymar rinde a su mejor nivel es cuando mejor combina el Barça el toque y el control con la verticalidad. En Riazor el Barça logró un 69% de posesión y en ningún momento el equipo mostró pesadez.

Poco a poco el tridente avanza firme para convertirse en una máquina de hacer goles y con un Messi inspiradísimo es una gran noticia ver sonreír a Neymar a su lado, preparado para armar la pierna aunque como este domingo en Riazor se quede sin marcar.