Supera a los tres grandes a los 24 años con

Messi, el astro rey

La actuación de Messi en la final de Yokohama ha reabierto el debate sobre el mejor futbolista de la historia. ‘La Pulga’ sigue opositando a número uno

D. Peyret/D. Salinas

ALeo Messi se le escapa la comparación con los más grandes porque no mira fútbol. Creció con los vídeos de Maradona por la insistencia de su padre Jorge, pero de mayor solo dedica su tiempo al balón cuando se calza las botas. Hace unos meses aseguró que no había vistó jugar a Pelé. Tampoco hay noticias de que conozca los méritos de Cruyff. Pero cuando arranca con el balón en los pies es capaz de reproducir jugadas de todos ellos. Es un copista extraordinario.

A Leo le hemos visto la gambeta de el Pelusa, la pausa de Johan y el cambio de ritmo de Pelé. Con 24 años ya puede mirar a la cara a los más grandes. Es más, ninguno de ellos contaba con el palmarés de La Pulga a su edad a nivel de clubes. Leo suma 18 títulos con el Barcelona. Maradona solo había logrado cuatro; uno con Boca (Metropolitano) y tres con el Barça (Copa del Rey, Copa de la Liga y Supercopa de España). Con Argentina Diego ya sabía lo que era ganar un Mundial Juvenil. Los mejores años del astro argentino todavía estaban por llegar y se concretarían con el Nápoles. En el club italiano se fraguó la leyenda de `Marado¿. La de un futbolista capaz de hacer campeón a un equipo al que los dioses no habían reservado en el Olimpo. Maradona se hizo leyenda por su fútbol y su carácter iconoclasta. Diego siempre fue el futbolista del pueblo y un personaje beligerante con el poder a diferencia de Pelé.

Su condición de personaje trágico pero tremendamente ambicioso trazaban la imagen de uno de los futbolistas más carismáticos de todos los tiempos. Una izquierda de leyenda. El triunfo con Argentina en el Mundial de 1986 ponía el broche de oro de su carrera y alimentaba el mito.

25 años más tarde Messi, natural de Rosario ¿tierra de escogidos, forjadora de mitos como Menotti o el Che¿ es ahora la imagen del fútbol argentino y compite con Diego por la historia. Riquelme no tiene dudas de que ambos son parejos. “Tuve la suerte de criarme en la época de Maradona, al que todos los argentinos consideran el más grande. Después de verlo jugar algún partido, salía corriendo a la calle con mis amigos, la pelota e imaginaba que era él. Relataba y decía `la lleva Maradona¿, cosas así. Hoy le pasa a mi hijo con Messi, se pone a patear y dice `la lleva Messi¿. Para los de mi edad, Maradona es el máximo ídolo. Para los más chicos, como mi nene, el ídolo es Messi”, asegura en la web de la FIFA. Para Diego tampoco hay discusión: “Es el mejor, se caliente quien se caliente”.

Con 24 años, a punto de ganar su tercer Balón de Oro, solo Pelé discutía sus números a esa misma edad. El brasileño sumaba 16 títulos de club, todos en Brasil. El genio del Santos se había hecho grande en su país y al mando de la selección canarinha, con la que ya había logrado dos Mundiales, en 1958 y en 1962. Para Pelé “Messi es el mejor, pero aún no alcanza a Cruyff o Di Stéfano”.

Tampoco Cruyff resiste la comparación con Messi. El holandés tenía 8 títulos de club en su palmarés en 1971 (4 ligas holandesas, 3 Copas y una Liga de Campeones). Con la selección logró dejar el sello del fútbol total, pero su contribución fue más estética que de resultados, pues Holanda no ganaría una Eurocopa hasta 1988, ya sin Johan, con la generación de Van Basten y compañía. El técnico sostiene que Leo ya juega en la liga de los más grandes. En Yokohama desmintió a los nostálgicos que todavía no se atreven con la comparación. Ante el equipo de Pelé fascinó al mundo entero con su enésima actuación memorable.