El fichaje de una estrella y la renovación del entrenador, grandes prioridades del presidente

Bartomeu quiere atar a Luis Enrique

Bartomeu mantiene su firme apuesta por Luis Enrique, al que quiere renovar hasta 2017 y convertir en su gran argumento electoral

Bartomeu pretende asegurar el futuro de `Lucho¿ y evitar que se hable de su continuidad cada temporada

Bartomeu pretende asegurar el futuro de 'Lucho' y evitar que se hable de su continuidad cada temporada / sport

Javier Giraldo

El presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, tiene muy claro que su proyecto de futuro pasa por dos nombres: el primero, el del entrenador del primer equipo, Luis Enrique Martínez, cuya renovación ya se ha convertido en una de las prioridades del presidente. Y el segundo, el de un jugador de alcance internacional, un fichaje que será la bandera deportiva de su nuevo proyecto, muy probablemente un centrocampista que refuerce la plantilla y despierte la ilusión en el barcelonismo, como Pogba (Juventus) o Koke, jugador del Atlético de Madrid.

Pensando ya en el que sería su primer proyecto como presidente electo, tras asumir las riendas del club tras la dimisión de Sandro Rosell hace poco más de un año, Bartomeu dará prioridad absoluta a asegurarse la continuidad de Luis Enrique al frente del equipo. El presidente tiene una confianza ciega en el entrenador y quiere abordar cuanto antes su renovación. El técnico asturiano firmó por dos temporadas (tiene contrato hasta junio de 2016), pero Bartomeu ya ha empezado a sentar las bases de un nuevo contrato, al menos hasta junio de 2017, para que Luis Enrique trabaje con un plan a largo plazo.

Es un mensaje de confianza y de respaldo por parte del presidente al trabajo del entrenador: discutido en el arranque de temporada, el método de Luis Enrique empieza a dar sus frutos y la privilegiada situación del Barça (líder de la Liga, finalista de la Copa del Rey y en cuartos de final de la Champions) invita al presidente y a su equipo más estrecho de colaboradores a dar un paso adelante en lo referido al contrato de Luis Enrique.

MÁS PESO ESPECÍFICO

Desde que Andoni Zubizarreta fue destituido a comienzos de enero, el peso específico de Luis Enrique en el área deportiva ha crecido notablemente: no solo porque la mejora del equipo ha sido espectacular desde entonces, sino porque la directiva le ha asegurado que atenderá todas sus peticiones sobre la planificación deportiva. Renovaciones y fichajes dependerán, en buena medida, de la opinión del entrenador asturiano. 

En este sentido, Luis Enrique ya ha transmitido a la directiva su opinión sobre Dani Alves: quiere seguir contando con el brasileño y así se lo ha hecho saber al presidente. El caso está en punto muerto, pero el defensa brasileño sigue esperando noticias del Barça antes de comprometerse formalmente con otro club. 

Lo que es indiscutible es que la figura de Luis Enrique cotiza al alza en el día a día de la Ciutat Esportiva y de las oficinas del Camp Nou: Bartomeu quiere capitalizar ese buen momento del entrenador para consolidar su proyecto, hasta el punto de convertir a Luis Enrique en el eje de su planificación deportiva. 

Por su parte, el entrenador se mantiene fiel a su postura original: no quiere saber nada de su contrato hasta que el equipo vaya cumpliendo los objetivos deportivos que siguen abiertos. Luis Enrique no tiene prisa por asegurar su futuro más allá de junio de 2016 y ya ha dejado claro que, de momento, no se sentará a hablar con el presidente sobre su contrato. 

Ambas partes se darán un tiempo prudencial antes de abordar el futuro del entrenador: en sus equipos anteriores, Luis Enrique ya ha demostrado que no se mueve por intereses económicos, sino por cuestiones de competitividad deportiva. 

Pese a que Luis Enrique quiere que todos los focos se centren en la marcha del equipo, Bartomeu disfruta de una sintonía total con el entrenador. El presidente siempre ha defendido la labor de Luis Enrique, incluso en los momentos más delicados, cuando el equipo trastabillaba y se especulaba incluso con una destitución en pleno ecuador de la temporada. La primera semana del año, especialmente movida en Can Barça, sirvió, entre otras cosas, para reafirmar el apoyo del presidente al entrenador... por más que a Luis Enrique no le sentase nada bien que Bartomeu decidiese prescindir de Zubizarreta. El entrenador interpretó que se quedaba sin uno de sus paraguas protectores en el club y llegó a asegurar que la destitución de ‘Zubi’ le debilitaba.

La comisión técnica que forman Carles Rexach y Ariedo Braida, además de los directivos Javier Bordas y Jordi Mestre ha dado su visto bueno a la continuidad de Luis Enrique. Especialmente, Rexach y Braida, que han avalado expresamente la figura de Luis Enrique como la persona idónea para seguir liderando al equipo en las próximas temporadas. 

El presidente ya ha trasladado sus intenciones a su círculo más cercano, pero sabe que no podrá poner negro sobre blanco la renovación de Luis Enrique hasta que el Barça no acabe la temporada: independientemente de los resultados a final de temporada, Bartomeu tiene la intención de poner en manos del entrenador buena parte de la planificación deportiva del próximo curso y de darle aún más poder a la hora de decidir la configuración de la plantilla.

La situación de Luis Enrique ha sufrido un giro de 180 grados desde la primera semana de enero, cuando se llegó incluso a dar por hecha su salida del club a final de temporada. A día de hoy, el entrenador ha ganado fuerza, hasta el punto de convertirse en la gran baza electoral del presidente Bartomeu.