El Barça vuelve a rugir en Europa

El FC Barcelona vuelve a los cuartos de final de la Champions. El equipo vivió un partido con todo tipo de sensaciones. De avalancha inicial, sufrimiento posterior y sentencia final gracias a los cambios de Xavi.

Raphinha fue la sorpresa en el once entrando por la izquierda y relegando a Joao Félix. El brasileño tuvo una entrada impactante en el encuentro y dio una velocidad extra al juego. De sus botas salió la primera aproximación blaugrana con un tiro alto de Lamine.

El ex del Leeds encendió la mecha y Fermín avivó el fuego. El canterano tuvo tres ocasiones consecutivas. La primera después de un espectacular balón en largo de Cubarsí, la segunda con un tiro cruzado y a la tercera hizo diana.

Una gran jugada de elaboración por la izquierda terminó con un pase atrás de Raphinha para que el onubense estrenara el marcador. El Nápoles se vio desbordado y sus intentos de buscar a Osimhen acababan siempre en fuera de juego.

El Barça sentía que era su momento y en una acción iniciada por Ter Stegen, pasando por Gündogan y Lamine hasta llegar a Raphinha quien recortó y lanzó contra el poste con la derecho. Cancelo, atento a la jugada, cogió el rechace y lo envió a la red.

Todo por la izquierda

En menos de 20 minutos, el equipo había puesto el partido muy de cara y seguía haciendo daño por el inesperado flanco izquierdo con Cancelo y Raphinha. Un lado potente ofensivamente, pero con lagunas defensivas.

Así fue como los napolitanos recortaron distancias en su primera ocasión. Politano le ganó la espalda a Cancelo y el centro Rrahmani sorprendió desde atrás para ajustar el marcador. Un gol que animó al cuadro italiano que incluso pudo empatar con un cabezazo de Di Lorenzo que salvó Ter Stegen con un vuelo apurado. 

El partido se estaba rompiendo y esto no interesaba para nada a los barcelonistas. El descanso era necesario para reajustar las ideas y serenar los ánimos.

Demasiados sustos

Sin embargo, el arranque del segundo tiempo llegó con un susto tras un lanzamiento de Kvaratskhelia lamiendo la madera. Y la incertidumbre siguió con una caída de Osimhen ante Cubarsí en el área que los napolitanos reclamaron como penalti. El contacto fue mínimo y, además, el nigeriano estaba en fuera de juego.

Al Barça le costó sacudirse el dominio y lo hizo con otra jugada electrizante por la izquierda ante Cancelo y Raphinha, con un remate muy centrado del brasileño. Esta acción, no obstante, no evitó que el cuadro blaugrana siguiera muy hundido y se salvara, sobre todo, con el dominio aéreo de Cubarsí en el área.

Xavi quiso cortar la dinámica con un doble cambio en la medular. Sergi Roberto y Oriol Romeu sustituyeron a Christensen y Fermín, quien se marchó tras cuajar un gran encuentro.

Los cambios tuvieron un efecto tranquilizante para el equipo y Raphinha volvió a aparecer en un libre directo que Meret envió a córner. Lewandwski acarició el gol en el cabezazo al saque de esquina y todo acabó con un gol anulado a Lamine por un claro fuera de juego.

La importancia del capitán

Sergi Roberto tiró de galones para dar mayor consistencia y ordenar a sus compañeros. Gündogan avanzó su posición y obligó a intervenir a Meret. El equipo se había recompuesto con las sustituciones.

Lamine pudo sentenciar con su rosca marca de la casa que salió por escasos centímetros. El Nápoles replicó con un cabezazo de Lindstrom en boca de gol que se marchó. Joao Félix fue el siguiente recurso para anestesiar el juego.

Sergi Roberto se exhibió en la aacciónque cerró el partido. Una pared con Gündogan siguió con un regalo del capitán a Lewandowski para cerrar el choque. Kvaratskhelia tiró al larguero y disparó fuera por poco, pero ya era tarde. El Barça estaba otra vez en los cuartos.